El príncipe Joaquín y la princesa Alejandra se han convertido en un ejemplo a seguir entre los matrimonios divorciados. A pesar de los rumores que circulan en Dinamarca en torno a las causas de su divorcio -las presuntas infidelidades de él y de ella- siguen siendo buenos amigos y procuran verse de vez en cuando por sus hijos, los príncipes Nicolás y Félix, para evitar en la medida de lo posible que ellos sufran con su separación. Así, no es nada raro ver al príncipe Joaquín de visita en casa de la princesa Alejandra o a ésta en Palacio o a ambos juntos en cualquier otro lugar neutral y público.
Su último encuentro se produjo, al parecer, hace unos días, mientras el príncipe Joaquín estaba ejerciendo de regente en ausencia de la reina Margarita y los Príncipes Herederos, que se encontraban en Noruega con motivo del bautizo del príncipe Sverre. El Príncipe y la princesa Alejandra, muy guapa con un abrigo de piel y una bufanda rosa, se reunieron en un café de Copenhague, que él abandonó una hora antes que ella. Después, entre muchas risas, salió la Princesa con una amiga, que la acompañó a la puerta del local, donde la esperaba un coche. Los niños no fueron a recogerla, ya que pasan unos días en Amalienborg, para despedirse de su padre, que saldrá en breve hacia el Sudeste Asiático como representante de CARE Danmark.
Sin contacto con Emilie Y si el príncipe Joaquín y la princesa Alejandra han recibido las mejores críticas por la manera en que ejercen su papel de padres separados, Martin Jørgensen, el novio de la Princesa, es centro de atención de los medios de comunicación daneses justo por todo lo contrario. Según la prensa del país escandinavo, Martin juega a ser papá de los hijos de la Princesa, con los que se lleva, al parecer, a las mil maravillas, pero sigue sin tener ningún tipo de contacto con su propia hija de 11 años. Cuando Martin tenía 16, nacía esta niña, a la que se ha negado a conocer. Hoy en día, se mantiene firme en su decisión, con lo que Emilie tiene que resignarse a ver a su padre en los medios, por los que sabe, que se ha mudado a vivir con la princesa Alejandra y que ejerce de padre de dos príncipes, que podrían ser sus medio hermanos. Después de nacer la niña, Martin se desentendió por completo y no quiso saber nada de la madre. Ella inició una relación con otro hombre, que hasta la fecha se hizo pasar por padre de la pequeña. La madre de la niña, Heidi Pedersen, no ha querido hablar con la prensa por consideración a su hija.
