La pila bautismal y el juego de cristianar de la Familia Real danesa

Por hola.com

Cuando el primogénito de los príncipes Federico y Mary de Dinamarca reciba el próximo 21 de enero las aguas bautismales en el palacio Christiansborg, lo hará en una histórica pila que ha sido empleada para los bautizos de todos los bebés reales daneses desde finales del siglo XVII. La pieza, realizada por los orfebres Gödert Bodstede y Christian Mundt II, en Hamburgo, alrededor de 1660, es de plata con incrustaciones en plata dorada y está decorada con diversos motivos religiosos: el fondo con un relieve del Bautizo de Jesús en el río Jordán por San Juan Bautista y la superficie con las representaciones de Dios Padre y la paloma del Espíritu Santo.

Como es tradición, junto a esta joya de la Corona danesa, volverá a utilizarse también su juego de cristianar, que incluye un cuenco bautismal, un jarro de agua y dos candelabros, todos de oro. No obstante, a diferencia de la pila, el conjunto, que fue elaborado probablemente alrededor de 1650 por el orfebre de Hamburgo Hinrich Lambrecht II, carece de ornamentación de naturaleza religiosa. La decoración del cuenco, por ejemplo, muestra escenas de las cuatro estaciones. Por este motivo, se considera que el juego sirvió originariamente simplemente como adorno.

Una pila grabada con las fechas de los bautizos reales
La pila y el juego bautismales fueron utilizados por primera vez en 1671, con ocasión del bautizo del príncipe Federico -más tarde Federico IV-, el primer Heredero que recibió el sacramento bautismal tras la instauración de la monarquía absoluta en 1660. El establecimiento del Absolutismo marcó el comienzo de la soberanía hereditaria en Dinamarca y, con ella, nació en los miembros pertenecientes a la Corona la necesidad de subrayar su condición de Heredero.