La Navidad viene cargada de primeras veces para los miembros de las Familias Reales de Europa. En el caso de los príncipes Federico y Mary serán sus primeras fiestas navideñas como padres y en el de la princesa Alejandra y de sus hijos, los príncipes Nicolás y Félix, las primeras que no pasarán en el palacio de Marselisborg, donde la [Familia Real danesa] suele reunirse cada año por estas fechas.
Los dos niños celebrarán las pascuas en Copenhague, pero no en un palacio como en años anteriores, sino en la nueva residencia de la Princesa en Østerbro. Joaquín y Alejandra han decidido de mutuo acuerdo que los niños celebren las fiestas con papá y con mamá por separado, para que sufran lo menos posible la separación. Así, los pequeños Nicolás y Félix, de cinco y tres años respectivamente, bailarán la presente Nochebuena alrededor del árbol con su madre y sus abuelos maternos -Martin, la nueva pareja de la Princesa, no la celebrará con ellos- y, a lo largo de las vacaciones, verán a su padre, que se reunirá en Navidad con la reina Margarita y el príncipe Enrique, así como con los príncipes Federico y Mary y el recién nacido, que ya tiene dos meses, en Marselisborg. Esta Navidad podría ser, según apuntan algunos, el primer paso de un proceso de distanciamiento de la Princesa del entorno de Palacio.
Rumores tardíos Desde que se hiciera pública su separación, mucho se ha especulado en la prensa del frío país escandinavo sobre las auténticas razones y el verdadero culpable de la ruptura. Según los últimos rumores, la relación de la Princesa con Martin se remonta a 2003, cuando los daneses todavía creían que Alejandra era feliz en su matrimonio con el príncipe Joaquín. Todo parece indicar que mantener en secreto tales datos consistía en una estrategia informativa de la Casa Real danesa, que quería evitar el escándalo. Una operación que benefició, en su momento, tanto al príncipe Joaquín como a la princesa Alejandra por motivos económicos y de imagen. Lo cierto es que, tras salir a la luz tales especulaciones, la Princesa no goza de la simpatía de sus conciudadanos, que vieron en ella a una madre sola, que en medio de su tragedia personal encontraba fuerzas no sólo para criar ella sola a sus hijos sino también para volcarse en numerosos proyectos humanitarios.
No obstante, por ahora, pese a las críticas y a que su relación con Martin parece bastante consolidada -han estado juntos de vacaciones en Grecia con los hijos y los padres de ella y recientemente han disfrutado de unos románticos días de descanso en Tailandia-, continúa siendo Princesa -tras su divorcio del [príncipe Joaquín], perdió sólo el tratamiento de Alteza Real- y ejerciendo algunos compromisos en calidad de tal. No participa en actos constitucionales -no asistió, por ejemplo, a la Apertura del Parlamento-, pero sí en otros actos de la Familia Real, como el concierto homenaje a la reina Ingrid, que se celebró el pasado mes de noviembre en el auditorio del Tívoli de Copenhague.
