El primer hijo del [príncipe Federico] y de la [princesa Mary] será recibido por los ciudadanos daneses con un saludo de 21 salvas disparadas por los antiguos cañones de la fortaleza de Kronborg, en Helsingor.
Aunque tradicionalmente se disparaban 21 cañonazos si era niño y 17 si era niña, se ha dispuesto, para esta ocasión, que, independientemente del sexo del bebé, serán veintiuna las descargas.
Treinta y cuatro artilleros profesionales están ya en alerta para, nada más producirse el feliz acontecimiento, disparar las salvas desde el Castillo Real de Krongbor en Helsingor (Elsinore).
La fortaleza, construida en 1547 para dominar el estrecho de agua entre Dinamarca y Suecia tiene un enorme valor simbólico para los daneses y es mundialmente conocido como el Castillo de Elsinore, donde se localiza Hamlet, la tragedia de Shakespeare.
Además, cuenta la leyenda, que en las cuevas profundas de este castillo reside el héroe nacional, Holger el Danés, que lleva un traje de hierro y conoce, a través de sus sueños, todo lo que sucede en Dinamarca. Por eso, si en algún momento el peligro acechara a la nación, Holger se despertaría para volver al mundo y pegaría tan fuerte que sus golpes se oirían en todos los lugares de la Tierra.
Con la ayuda de antiguos mapas militares La buena nueva será celebrada, también, con la puesta en marcha de una antiquísima tradición que podría remontarse a la Edad de Bronce. La idea fue concebida por dos astrónomos aficionados de Aalborg, Helge Selchau y Ole Fastrup; y el proyecto, ha sido elaborado conjuntamente por la Milicia Nacional y un diario Jutlandés bajo la dirección de Lisbeth Frost Jensen.
La primera hoguera se encenderá en Copenhague y, después, sucesivamente el resto de las fogatas hasta llegar a los rincones más recónditos del país -como una ola que recorrerá rápidamente toda Dinamarca, dice la directora del proyecto- haciendo uso de los antiguos montículos que aparecen señalados en antiquísimos mapas militares.
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