Las dos llegaron un día a Dinamarca desde lejanas tierras y las dos llegaron con un destino común: el de convertirse en princesas. La primera la princesa Alejandra, de soltera Alejandra Manley lo hizo en 1995 para casarse con el príncipe Joaquín; la segunda la princesa Mary, de soltera [Mary Elizabeth Donaldson] ,hace algo más de un año, para convertirse en esposa del príncipe Federico, heredero del Trono. Sin embargo, lo que parecían ser destinos paralelos se han convertido en dos destinos completamente diferentes, ya que mientras Mary, que llegó desde los mares del Sur (Australia),es feliz junto a su esposo, Alejandra, llegada desde Hong-Kong,y que fue, asimismo, feliz durante años junto al príncipe Joaquín, hoy se han separado hace bastantes meses ya no lo es..
Una profunda tristeza
Esos dos diferentes destinos eran ocasión de la apertura de la Opera de Copenhague, a la que asistieron las dos parejas (Joaquín y Alejandra siguen yendo juntos a algunos actos oficiales por más que vivan separados). Los dos distintos momentos que Mary y Alejandra están viviendo se reflejaban perfectamente en sus rostros. Así, la primera estaba radiante, exultante y feliz, mientras que, por más que intentaba esbozar una sonrisa, Alejandra no podía disimular la profunda tristeza que cada día se asoma con más fuerza a sus ojos.
Destaquemos finalmente que la imagen de Mary y Federico como dos enamorados que son refleja alegría y complicidad, mientras que la de Joaquín y Alejandra plasma el hondo distanciamiento que viven y que ni siquiera el más estricto protocolo puede disimular.