La princesa Alejandra debe cumplir con lo que disponga la reina Margarita

Por hola.com

Es una vieja tradición de la realeza que el acuerdo prenupcial sea una condición "sine qua non" para el matrimonio, y que estos pactos contemplen la total separación de bienes. Cada uno posee lo que aporta y lo que gana después. Los palacios y fortunas heredadas no se reparten.

Así fue el pacto entre la reina Margarita y el príncipe Enrique; el de los príncipes Joaquín y Alejandra; y más recientemente, el de el [príncipe Federico] y la [princesa Mary]. En estos acuerdos prenupciales se establece además que, en caso de divorcio, la Reina tendrá control absoluto sobre los niños actuando como un árbitro entre la pareja y no permitirá que sus nietos vivan en un país extranjero de manera permanente. Al menos de momento, ya que hasta que los príncipes herederos Federico y Mary no tengan hijos, los de Alejandra ocupan un lugar muy destacado en la línea sucesión al trono.

La pareja, que suscribió las capitulaciones matrimoniales cuatro días antes de su matrimonio en el castillo de Frederiksberg (18 de noviembre de 1995) conocía la Ley Real de 1665 dictada bajo el reinado de Federico III, y la ley es clara al respecto. Casados o divorciados, la princesa Alejandra debe acomodarse y cumplir con lo que disponga la Reina. Y la reina Margarita ha dispuesto al parecer que, aunque en el acuerdo prematrimonial que firmaron Joaquín éste se quedaría con los niños en caso de divorcio, sus nietos, Nicolás y Félix, vivirán de manera permanente con la princesa Alejandra en Amalienborg.

No obstante, y aunque en el acuerdo prenupcial se observa la total separación de bienes, éste deberá pagar a Alejandra una suma millonaria - una cuantía que se establece de acuerdo con el número de años que ha durado el matrimonio y la situación económica de cada una de las partes- y una pensión mensual. Una cifra a la que el príncipe Joaquín hará frente con la ayuda de su madre, la reina, ya que no podría afrontarlo con su economía de granjero, aunque en esta caso se trate de una impresionante propiedad en Schackenborg, provincia de Jutlandia.