La reina Margarita de Dinamarca y su esposo, el príncipe Enrique, han incrementado la familia durante sus tradicionales vacaciones estivales en Francia. Y es que la pareja real se ha fotografiado en los jardines de su residencia de verano en Caix con el nuevo cachorrito que ha adoptado.
Unas semanas de descanso en el palacio de la citada localidad francesa proporcionan a la [Familia Real danesa] la oportunidad de desconectar de las presiones de la vida oficial en Copenhague, así como al príncipe Enrique de que atienda sus viñas de Cahors, reconocidas en el mundo de la viticultura. Y ahora también al nuevo miembro de la familia de que pueda corretear por los impresionantes jardines del castillo de Caix jugando en busca de la pelota que sus propietarios le lancen.
Paraíso verde La [reina Margarita] y el príncipe Enrique compraron en 1974 la propiedad, un histórico edificio, que una vez formó parte de las defensas del pueblo local y que, actualmente, domina la llanura pintoresca en la que se asienta. Inmediatamente después de su adquisición, lo restauraron.
La debilidad del Príncipe por esta región se debe, en parte, al hecho de haber nacido allí. Pero no es la única razón. Cahors cuenta con un increíble paisaje de inmensos bosques y espectaculares castillos, que cautiva a todos sus visitantes. Para la Soberana también es éste uno de sus rincones preferidos. Como una habitante más de la zona, es frecuente verla haciendo la compra en el mercado mezclándose con los turistas.
