Primer 'ensayo' nupcial de los futuros Reyes de Dinamarca

Por hola.com

De alguna manera, los futuros Reyes de Dinamarca, y muy especialmente la prometida del príncipe Federico, vivieron anticipadamente su propia boda, al verse reflejados en los contrayentes, cuando asistieron, el pasado sábado, en Australia, al enlace matrimonial de la hermana mayor de Mary Donaldson, Patricia, con Scott Bailey. Una boda, la primera del año en la familia Donaldson, que tuvo lugar durante un lluvioso día en Tasmania.

No obstante, las inclemencias meteorológicas no lograron nublar el gran día. El príncipe Federico y Mary se mostraron durante toda la ceremonia visiblemente emocionados. Por sus deseos de dicha para los contrayentes, sí, pero también porque sus propias nupcias, que se celebrarán el próximo 14 de mayo, parecían más reales y próximas que nunca.

Además, la pareja tenía otros motivos para mostrarse así de felices. Y es que durante su estancia en Australia, el Príncipe recibió la gratísima noticia de la subida de sueldo que le adjudicará el Parlamento tras su boda. De 4,2 millones de coronas danesas al año (algo así como 600.000 euros) a un total de 14,4 millones (casi dos millones de euros).

El primer 'ensayo'
Apenas nadie reparó en la llovizna cuando la concejala, que ofició la boda, como es habitual en Tasmania -cerca del 60 por ciento de todas las parejas decide casarse civilmente-, declaró a los novios marido y mujer. Una vez concluida la ceremonia, cerca de los 80 invitados al enlace se trasladaron al puerto de Hobart, al restaurante Rockefeller, donde se celebró el banquete nupcial. Mary Donaldson, que lució un vestido verde sin mangas y sandalia plateadas, destacó entre todas las damas asistentes por su belleza y elegancia.

Aunque la boda de la hermana de Mary Donaldson no fue ni tan formal ni ceremoniosa como será la de la futura Princesa, sí constituyó ésta una pequeña prueba de la tremenda puesta en escena mediática que acontecerá el próximo 14 de mayo en Copenhague. En esta ocasión, 30 periodistas se instalaron alrededor de la casa de los Donaldson durante las horas previas al enlace y una vez salieron los protagonistas de la residencia el interés de los reporteros creció y se desbordó hasta el punto de incomodar al Príncipe que tuvo que explicar a un fotógrafo, cuando pidió que moviera los brazos para una foto, que ni él ni Mary eran "robots".