Pero además de ser uno más de la tribu, también deberá aprender lo relativo al oficio real. Algo notablemente difícil, pues no existe ningún programa académico que enseñe a ser Princesa ni tampoco ningún manual que relate lo que debería saber sobre la forma de gobierno o la historia del país. Pero Per Thornit lo hizo antes con Alejandra Manley cuando llegó a Dinamarca en 1995. "Le he aconsejado que lea el libro de Palle Laurings La historia del Reino de Dinamarca, que da una buena idea de lo que pasó en este país durante muchos miles de años. También le he dado algunos libros sobre relaciones sociales y sobre cómo se estructura administrativamente el país. Y además le hemos conseguido la edición en inglés de Las cuatro estaciones (un programa de televisión sobre la Casa Real), al igual que ha visto imágenes del día en el que se casó la Reina con el príncipe Enrique así como de la boda del príncipe Joaquín. Un buen testimonio de lo que le espera. Asimismo, también recorrerá conmigo una serie de instituciones y organizaciones. Entre ellas, el gabinete del Primer Ministro y el Parlamento. Además de otras como Dansk Industri o el Consejo de Agricultura".
No obstante, Mary Donaldson ya tiene algo de experiencia en estos menesteres. Y es que, desde que la pareja se comprometiera, la futura Princesa se ha enfrentado ya, junto a Federico de Dinamarca, a algunos actos oficiales. Primero, durante la visita de Estado que realizaran los Grandes Duques Enrique y María Teresa a Dinamarca. Una recepción de gala a los soberanos de Luxemburgo en la que Mary Donaldson tuvo la oportunidad de aprender en la práctica algunas lecciones relacionadas con su futuro papel de Princesa: cómo transcurre la noche, qué se debe hacer durante la cena, cómo se presentan los invitados, dónde se toma café, si debe sentarse en otra habitación o mantenerse de pie... "Es importante que aprenda todas estas cuestiones, porque el protocolo real es notablemente distinto al de una casa privada", comentó Thornit.
Una Princesa, en todos los ambientes El otro encuentro que Mary Donaldson ha mantenido, desde su compromiso, con representantes de las Casas Reales del resto del mundo se produjo hace apenas unas semanas cuando la princesa Victoria de Suecia viajó a Dinamarca para asistir a un curso de introducción sobre el programa de desarrollo de la ONU. Una visita que la Heredera al trono sueco aprovechó para cenar con su amigo el príncipe Federico y la prometida de éste, Mary Donaldson, en la embajada sueca además de personalidades danesas del mundo del cine como Bille August, Susanne Bier y Sofie Graaboel.
Así que Mary Donaldson no sólo ha conquistado a sus conciudadanos -a tenor de los sondeos, una sorprendente mayoría de los daneses considera que la pareja está totalmente preparada para asumir sus responsabilidades y compromisos oficiales-; o a la reina Margarita de Dinamarca -ambas se llevan muy bien; tanto que durante la cacería anual de los Reyes daneses (otro de los ambientes cuyas reglas y costumbres ha de conocer), se fueron juntas de compras a Copenhague-, si no también al resto de miembros de la realeza, como ha sido el caso de los Grandes Duques de Luxemburgo o la princesa Victoria.
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