El debut real de Mary Donaldson

Por hola.com

Si Máxima Zorreguieta se embarcó por primera vez en sus deberes oficiales como futuro miembro de la [Familia Real holandesa] -una vez se hubo celebrado su compromiso con el príncipe Guillermo-, con motivo de la visita oficial de los Reyes de España a los Países Bajos, los Grandes Duques de Luxemburgo han sido testigos, en esta ocasión, del debut de Mary Donaldson como futura Princesa de Dinamarca, durante su viaje de Estado de tres días al país escandinavo.

Invitados por la Reina de Dinamarca, Enrique y María Teresa de Luxemburgo fueron recibidos ayer en el aeropuerto por Su Majestad, su Alteza Real el Príncipe Consorte, así como por el Príncipe Heredero y las Princesas Alejandra y Benedicta. Después de los honores militares y de un almuerzo en el castillo de Frendensborg, el Gran Duque se dirigió a la sociedad Novozymes, líder mundial en la producción de encimas y microorganismos industriales, mientras la Gran Duquesa visitó el museo de Louisiana, que alberga numerosas obras de artistas daneses, así como 13 obras de Giacometti. A continuación, los Grandes Duques de Luxemburgo se dirigieron al castillo de Frederiksborg, donde visitaron su museo y la capilla de la Orden del Elefante.

Mary Donaldson: el arte de ser Princesa
Una primera jornada intensa, cuyo broche de oro estaba aún por llegar: la cena de gala ofrecida en el Castillo de Fredensborg por la reina Margarita en honor a sus invitados reales. La primera aparición pública de Mary Donaldson, tras su compromiso con el príncipe Federico, y la ocasión idónea para que la futura nuera de la soberana debutara como miembro de la [Familia Real danesa].

La futura Princesa una vez más, en esta ocasión, se convirtió en el centro de todas las miradas. Elegantísima con un favorecedor vestido esmeralda -tal vez en recuerdo de las verdes aguas de su Australia natal - y escote de palabra de honor ribeteado con puntilla, y luciendo un moño de marcado aire español, Mary se presentó al mundo, con donaire, como la futura Princesa heredera del reino de Dinamarca. Y así, sin ningún otro adorno que su [anillo de compromiso], aparte de unos pequeños pendientes y un discreto brazalete, demostró todo lo aprendido durante estos últimos meses sobre el oficio de ser Princesa.

Tenía un brillo especial. No resulta exagerado, pues, decir que Mary Donaldson robó protagonismo a los Reyes, a los Grandes Duques, a su novio, el príncipe Federico, a su futura cuñada, la princesa Alejandra, que lució una preciosa [tiara de diamantes] -regalo de la reina Margarita-, y a la princesa Benedicta durante su debut real. Y es que sin ningún miedo a la posición que ocupará y al papel que desempeñará, Mary se desenvolvió como pez en el agua en su primer acto oficial conversando animadamente con los huéspedes congregados en el Vestíbulo Abovedado de Fredensborg, un salón de 27 metros y de techos altos habitualmente habilitado para banquetes y fiestas reales de boda. Entre los invitados que asistieron a Palacio, además de la Familia Real al completo, se encontraban también algunos miembros del Gobierno, del Tribunal Supremo, del Ejército así como otras personalidades civiles.