Una hora después de que la Casa Real danesa hiciera público que la boda del príncipe Federico se celebraría el próximo 14 de mayo, Mary Donaldson saludó por primera vez desde el balcón del Palacio Real a los que pronto se convertirán en sus conciudadanos. A su lado, la Reina (después de dos años, al fin, la primera imagen de las dos juntas); el esposo de ésta, el príncipe Enrique; su futuro esposo, el príncipe Federico; su padre, el profesor John Donalson y su madrastra, la escritora Susan Moody. Ante ella, 30.000 personas. Ciudadanos que han viajado desde todas las partes del Reino para celebrar en la plaza de Amaliemborg el anuncio de compromiso del príncipe Federico y Mary Donaldson.
Júbilo en palacio Desafiando a la llovizna y al frío, los daneses saludaron con ¡hurras! a sus futuros Príncipes herederos, aunque no tuvieron mucha suerte a la hora de que éstos satisfacieran su petición principal: "Un beso, un beso", pedían... Federico se ha guardado el beso para el día de la boda -sólo besó la mano de su prometida- pero en cambio salió al balcón cuatro veces, mientras la guardia de Palacio tocaba una melodía australiana.
La última boda en 1935 Los daneses se tomaron el día como un acontecimiento histórico. Desde el año 1935, no se había vuelto a celebrar la boda de un heredero siendo los últimos, los abuelos del Príncipe: Federico IX y la princesa Ingrid de Suecia. Mary Donaldson tiene que estar realmente feliz. Los daneses la han recibido con los brazos abiertos. Autobuses, bicicletas, calles, comercios, plazas, etc, han sido engalanados con las fotografías de ambos y con banderas australianas y danesas.
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