La reina Margarita, más conocida por Daisy, nacida en la primavera de 1940, vino al mundo una semana después de que las tropas de Hitler invadieran su país y se convirtió en Princesa heredera trece años después. El 10 de junio de 1967 contrajo matrimonio con el diplomático francés Enrique de Monpezat -se habían conocido cuando él ejercía como tercer secretario de la Embajada francesa, en Londres y la soberana asistía a un curso de Economía- y, un año más tarde, nacería su primer hijo y heredero de la corona, el príncipe Federico, al que en 1969, seguiría Joaquín.
Federico, el príncipe valiente Federico, el primogénito, joven aventurero y apasionado de la vida, heredará de su madre un país industrializado y uno de 'los socios' más prósperos de la Unión Europea. Un reino en el que, la monarquía tiene tanto peso, que no existe, a día de hoy, ni una sola formación política que abogue por una República. La Reina, además de desempeñar, con pulcritud, su papel y de haber desarrollado en más de una ocasión su gran capacidad artística, goza, además, de la reputación de ser uno de los monarcas más cultos del mundo.