El príncipe Federico de Dinamarca pasa unos días de vacaciones con su novia, la abogada australiana Mary Donaldson, en la localidad suiza de Verbier. El heredero del Trono danés y Mary ya estuvieron hace aproximadamente un año en este mismo lugar, alojándose, como ahora, en casa de unos amigos.
Mientras se sigue esperando el anuncio oficial del compromiso, el príncipe y la bella abogada prosiguen su relación, una relación cada día más consolidada, como el propio [príncipe Federico] reconocía hace poco cuando afirmaba: "Lo mío con Mary es muy serio". Y a la pregunta de si se podía considerar como algo oficial, aunque la Casa Real no haya hecho el anuncio, comentaba: "Los medios de comunicación dirían que sí, pero es cierto que oficialmente no hay nada, pero, repito, que para mí ha sido desde el principio algo serio". Federico y Mary Donaldson se conocieron durante la celebración de los Juegos Olímpicos de Sydney (Sydney 2000) en una reunión de un grupo de amigos comunes, entre los que se encontraba el príncipe Nicolás de Grecia. Poco después, la joven viajaba por primera vez a Dinamarca, y meses más tarde eran fotografiados juntos por primera vez.
Se ha dicho que el príncipe ha tenido que afrontar la supuesta oposición de su madre, la Reina Margarita, que no vería, según algunos, con buenos ojos el que su primogénito se casara con una joven que no pertenece al Gotha. Sin embargo, esa etapa —de ser así— parece superada, ya que a comienzos de este año, la soberana danesa y Mary-Elizabeth Donaldson acudieron juntas al cine a ver El señor de los anillos: las dos torres.
Por otra parte, esta joven llegada de los mares del Sur ha sabido ganarse durante todo este tiempo la simpatía de los daneses, que hoy apuestan firmemente porque un día se convierta en princesa de la Monarquía más antigua de Europa.
