Mary nació, vivió y estudió en Tasmania -excepto los años en los que su padre encontró trabajo en el centro espacial de la NASA, en Houston- conservó a los mismos amigos de siempre y residió en la misma casa hasta que se licenció en Leyes y Comercio en 1994. Un precioso edificio, ubicado en un barrio de profesores, con una terraza sobre el cauce del río a las orillas del río Derwent; en un auténtico paraíso, aunque en el mundo éste sea conocido como la tierra del demonio. ... Desde entonces, han pasado muchos años, y, ahora, la novia australiana de Federico, se dispone y prepara para el inicio de una existencia completamente diferente: ¿quizá, como Princesa de Dinamarca?
La ciudad de los recuerdos
Atrás quedó su ciudad natal, Tasmania. Una maravillosa isla donde acaba la Costa australiana y empieza el camino hacia la Antártida y, una isla, también, en la que, además de recuerdos, tiene a sus dos hermanas mayores: Jane, de 35 años, y Patricia, de 33, co-propietarias de un gimnasio, casadas y madres de cinco niños; así como los restos de su madre, Etta Donaldson, ayudante del Vicerrector de la Universidad de Tasmania, que murió nada más llegar a los 50 años de una operación del corazón.
