Federico de Dinamarca ha decidido, de una vez por todas, poner fin a sus intrigas sentimentales con Mary Donaldson. Después de que fuera fotografiado junto a la abogada australiana en Aarhus y de que todos los medios de comunicación dieran fe del romántico fin de semana que la pareja pasó en la ciudad danesa, el Príncipe heredero, en un alarde de confianza ciega en sus sentimientos, ha dado un vuelco a su relación y ha dejado de esquivar a los fotógrafos.
Un fin de semana intenso Durante su estancia en Aarhus la pareja dio un paso de gigante hacia su compromiso. Junto al príncipe Joaquín -hermano menor de Federico-, fueron a una conocida cafetería de la ciudad. Todos los clientes que se encontraban en el café pudieron constatar personalmente que la pareja, mucho más confiada y relajada ante los flashes de las cámaras que en otras ocasiones -aunque todavía no posaran para los reporteros gráficos y salieran del local por separado-, está cada vez más unida y más cerca de formalizar oficialmente su situación.
"No es fácil encontrar a la persona adecuada" Hasta el momento, el [príncipe Federico], siempre consciente del interés que despertaba su relación con Mary Donaldson, había tenido pies de plomo a la hora de exteriorizar públicamente sus sentimientos o manifestar el grado de amistad que mantenía con la guapa abogada. "La gente puede entender lo que quiera, yo no he querido cerrar ningún camino. Pero, de todos modos, no tengo tanta prisa, como se espera, en contraer matrimonio. No es fácil encontrar a la persona adecuada. Sólo creo en eso que llaman el destino y espero que en uno u otro momento dé en el blanco", declaró el Príncipe en una de sus últimas entrevistas.
