Mary Donaldson deja Australia y se instala definitivamente en el viejo continente

Por hola.com

Nacida en Tasmania, Australia, en 1972 y bautizada, podríamos decir que premonitoriamente con un nombre muy de reina, Mary Elizabeth, podría convertirse, en un futuro próximo, esta jurista en Princesa de Dinamarca.
De hecho, la novia del [príncipe Federico] ha puesto en venta su casa de Sydney -después de contratar un servicio internacional de mudanzas-, ha abandonado su trabajo en la inmobiliaria Belle Property, en la que ocupaba el puesto de jefa de ventas, y se ha despedido de sus amigos más íntimos con la noticia de que dejaba definitivamente Australia.

A caballo entre Oxford y Copenhagen
Instalada en Inglaterra, concretamente en Oxford, desde las pasadas Navidades, Mary vive por el momento a caballo entre la casa de su padre, John Donaldson, profesor de matemáticas en la universidad , y de su madrastra, la famosa novelista de misterio, Susan Moody -un chalet unifamiliar en el que también residen los tres hijos de la escritora- y el palacio de Amaliemborg, Copenhaguen, la residencia oficial de la reina Margarita de Dinamarca.

Más cerca del Príncipe
Mary se instaló en el viejo continente, después de acordar con el príncipe Federico que era necesario ir quemando etapas, estar completamente seguros de la decisión que iban a tomar, durante las pasadas Navidades. No fue, por lo tanto, una visita de cumplido ni de celebración familiar. Mary se trasladaba a Inglaterra para estar más cerca del príncipe Federico, para empezar una nueva vida, para averiguar si los sentimientos que les unen son lo suficientemente fuertes como para resistir cualquier embate.

Han pasado dos meses desde entonces y han sido incontables los encuentros -algo realmente difícil cuando Mary vivía en Australia- entre ellos. Mary, de momento, no tiene obligaciones laborales y puede adaptarse a la apretada agenda del Príncipe heredero, sin condiciones... Y el Príncipe, aunque en ninguna circunstancia ha podido ser acusado de no atender sus obligaciones y responsabilidades dinásticas, siempre busca hueco para una cita romántica.

Mary: Pelucas y disfraces
Citas de las que se sabe, pero de las que no se ha podido conseguir hasta el momento ninguna prueba gráfica. Federico lleva toda la vida despistando a sus eternos perseguidores -siempre en busca de un encuentro amoroso- y Mary, que ha tenido en su novio una escuela maravillosa, ha resultado ser una excelente alumna en la asignatura del despiste: cambia los billetes de avión en el último momento para no dejar pistas, usa gorros, pelucas y todo tipo de disfraces para moverse entre la multitud ocultando su verdadero rostro. La jurista, además cubre perfectamente sus espaldas a la hora de hacer el más mínimo movimiento. Ni un paso en falso, ni una confidencia a quien no se la merezca realmente.

Encuentro en una cabaña del bosque
Con la entrada del nuevo año, cuando todo el mundo imaginaba al Príncipe cazando en Frijsenberg, éste se encontraba con Mary en una finca, al norte de Jutlandia. dentro de los muros de la propiedad Medieval de Brikelse Hovedgaar, en el mismo corazón de un bosque inaccesible a orillas de la ciudad de Aalborg. Uno de los palacios más antiguos del reino propiedad de un amigo de la Familia Real llamado Joergen Skeel. De 38 años.
Los fotógrafos daneses indagaron y se apostaron a la entrada de la finca. Un reino por una foto... Pero Mary no se asomó a la puerta. Permaneció dentro del bosque, en una preciosa cabaña de madera, disfrutando del maravilloso espectáculo de la nieve y viviendo su romance sin miedo a que los descubrieran.