En su cuarta aparición pública desde el confinamiento, la mujer del rey Felipe de los Belgas mantuvo en todo momento la distancia de seguridad sin estrechar las manos a sus interlocutores. Durante su recorrido por el instituto, Matilde de Bélgica recibió algún que otro ramo de flores y pudo asistir a varias de las clases que se imparten normalmente. Asimismo, pudo reunirse con el alcalde del municipio y el director de la escuela y fue testigo de una demostración en directo en el taller de bicicletas y en el de pan, chocolate y repostería, que ha permanecido cerrado como medida de higiene y precaución