Laurent de Bélgica se 'olvida' de su tercer hijo

El Príncipe sustituía a su hermano el Rey por primera vez en un acto oficial después de la Coronación del nuevo soberano y pronunciaba su discurso en flamenco

Por hola.com

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Laurent de Bélgica, hermano pequeño del Rey, se refirió en una cena de gala en Gante a sus "dos hijos", olvidándose de que en realidad tiene una hija y dos gemelos. El fallo fue enseguida recibido con risas por los invitados a la velada, especialmente por su mujer, la princesa Claire. El Príncipe, asiduo protagonista de polémicas, sustituía por primera vez en un acto oficial a su hermano después de la coronación del nuevo soberano el pasado mes de julio. El error se achaca a los nervios, al estrés o quizás a la poca destreza del Príncipe con el flamenco o neerlandés, idioma utilizado en el discurso y lengua cooficial del país belga con el francés y el alemán.

El Príncipe, definido como extravagante y excéntrico por la prensa flamenca -medios de comunicación que a su vez le han bautizado como el príncipe Wolf, por su amor hacia los perros-, contrajo matrimonio con Claire Coombs -hija del presidente de la firma británica Nico, especializada en materiales plásticos y elásticos- el 12 de abril de 2003 y es padre de tres niños: la princesa Luisa, que nació el 6 de febrero de 2004, y los gemelos Nicolás y Americ, que nacieron el 16 de diciembre de 2005.

Pero ¿quién es en realidad el príncipe Laurent? Nació el 19 de octubre de 1963 y es el hijo más pequeño de Alberto II y Paola de los belgas. Tras terminar sus estudios en la Universidad de Pius, Amberes, comenzó su entrenamiento militar como cadete real (1980) en la Royal Cadet High School, en Laeken. Tres años más tarde, se alistó en la Academia Militar Real de Bruselas como guardiamarina naval y, en 1985, al igual que hiciera su padre, comenzó su entrenamiento naval con las fuerzas de la Marina belga, donde se entrenó como buzo y como piloto de helicóptero. En septiembre de 1989, después de ser ascendido a teniente, se graduó como buzo de combate y recibió las insignias de su padre. En mayo del año 2000 fue distinguido en España con la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil.


Fundador de un 'santuario' para burros
Después de su entrenamiento naval en Bélgica, vivió durante un largo período en los Estados Unidos: primero como estudiante, después trabajando en el departamento de Medio Ambiente de una consultora internacional, así como en el Fondo Monetario Internacional y en el programa de desarrollo de Naciones Unidas y del programa de Medio Ambiente de Naciones Unidas. Desde entonces el príncipe Laurent, conocido también como el Príncipe de las manos verdes, se ocupó principalmente de la protección del medioambiente y el bienestar de los animales.

En 1994, conjuntamente con los ministros de Medio Ambiente de las tres regiones belgas, creó el Instituto real para la Gerencia sostenible de Recursos Naturales y de la promoción de tecnologías limpias. Un instituto, cuyo objetivo, además de la defensa de los animales, era encontrar soluciones para los complejos problemas del medio ambiente. En 1995, creó la Fundación del Príncipe Laurent, una asociación para proteger a los animales domésticos y salvajes y para intentar mejorar las relaciones entre el hombre y los animales en general. La fundación que al parecer fue instituida con una parte del desvío de fondos de la Marina (un fraude que puso al Príncipe en una difícil situación ante los tribunales y ante su propia familia en 2007) destacaba entre otras muchas actividades por haber construido un santuario para burros abandonados, cuando dejan de ser productivos a sus dueños.

Los últimos años tampoco han estado exentos de escándalos protagonizados por el príncipe Laurent. Se convirtió en la oveja negra de la Familia Real belga y se distanció de su padre, Alberto II de los belgas. Hasta tal punto era difícil la relación entre ambos, que las ausencias del Príncipe y la Princesa en las citas familiares importantes se interpretaban como un indicio de que el príncipe Laurent jamás recuperaría su estatus oficial. Pero lo cierto es que el hijo pródigo volvió a palacio gracias a la mediación de su esposa, la princesa Claire: "Ella se ha ocupado de que el Rey vuelva a tener contacto con su hijo tendiendo todo tipo de puentes entre ambos. El príncipe Laurent debería estarle muy agradecido a su mujer". Y toda la familia.