Los admiradores de la princesa Matilde la asaltan en Japón

Por hola.com

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Matilde de Bélgica es la gran apuesta de la Corona belga y parece que con razón: se la quiere en casa y fuera. Sus admiradores se encuentran por todo el globo, como se ha visto en la visita oficial que los Herederos belgas comenzaron ayer en Japón. Se trata de uno de los viajes de marcado carácter comercial y económico en los que los Duques de Brabante se han embarcado en los últimos años. Por ello los príncipes Felipe y Matilde se han desplazado a la nación nipona en compañía de 217 representantes empresariales belga. Este gran número de empresarios convierte este viaje a Japón como una de las más importantes misiones económicas encabezadas por el Príncipe heredero y por su esposa en los últimos años. El Ministerio de Economía belga ha remarcado la relevancia de esta visita, que demuestra el gran interés que Japón despierta en el empresariado belga, pese a la situación de crisis económica y a las graves consecuencias del terremoto de Fukushima, que el año pasado devastó las costas orientales de Japón.

El príncipe Felipe se unió a la comitiva en Tokio, una vez que el Heredero pasó el fin de semana en Corea del Sur celebrando el Día de Bélgica dentro de las actividades de la Expo de Yeosu. La princesa Matilde se trasladó a Japón desde Bruselas. La Heredera desarrollará estos días en tierras niponas actividades junto a su marido, si bien también tiene actos programados en eventos en los que participará sin la presencia de su marido y que tienen como objetivo potenciar la imagen de Bélgica en el exterior. Durante su visita está previsto que los Herederos sean recibidos por la Familia Imperial, si bien se tratará de una visita privada.


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Durante la primera jornada los Príncipes visitaron las instalaciones de la Cruz Roja de Japón, donde fueron informados de la situación humanitaria de las personas afectadas por el terrible tsunami del año pasado. Asimismo los Herederos se entrevistaron con el director del hospital de Motoyoshi, un pequeño pueblo devastado por la catástrofe. Tras ello los Herederos visitaron el santuario de Meiji, uno de los templos Shinto más importantes de Japón. Allí los Príncipes recibieron de los monjes unas ramas en signo de purificación y gratitud por su vista. Especialmente la princesa Matilde fue objeto de atención del público reunido en el santuario que quisieron inmortalizar el momento con las cámaras de sus teléfonos móviles. La Princesa respondió con su habitual simpatía y aceptó entre risas a posar con los visitantes. Gestos por los que se gana admiradores en todas partes.