La princesa Matilde y sus tres hijos mayores se divierten en el circo de Bruselas

Por hola.com

El ocio se dispara en estas fechas próximas a la Navidad. Los cines, los teatros y los circos se llenan en estos días (y los venideros de turrón y villancicos) de familias, entre las que figuran, por supuesto, las reales, sus mejores promotoras. La magia del circo, que hechiza a todos, grandes y pequeños, también sobrevuela palacio. La [Familia Real belga] no lo ha dudado y se ha dejado fascinar por este mundo de fantasía aprovechando una función del circo Bouglione, uno de los más importantes de Europa, que se encuentra a los pies del Atomium, en la capital belga. Su historia se remonta a 1830 y en la actualidad se trata de la séptima generación de artistas que toman parte en el espectáculo.

La princesa Matilde llevó a sus hijos mayores, la princesa Elisabeth y los príncipes Gabriel y Emmanuel, a presenciar una función circense. Resultó para los tres niños, que presenciaron el espectáculo desde el palco de honor -el benjamín, sentado en el regazo de su madre-, una experiencia fascinante y única al ser testigos directos de las actuaciones del célebre payaso Mimi o del grupo de perros dálmatas, de impresionantes números de doma, de saltos imposibles y de contorsionismos que sólo unos pocos son capaces de realizar. Reflejo de la buena tarde que estaban pasando asomaba a sus rostros una mueca de sorpresa. Pero el circo saca el niño que todos llevamos dentro y también para la Princesa acabó siendo una jornada muy divertida. Los cuatro disfrutaron de lo lindo compartiendo velada con gigantes, payasos, domadores y acróbatas.