Se arañan céntimos de todas partes para ahorrar en tiempos de crisis y el control del gasto no pasa de largo las cuentas de la realeza. Así que las últimas noticias de los excesivos costes aéreos de algunos miembros de la realeza levantan ampollas estos días. Ya a comienzos de año se produjo en Bélgica revuelo tras conocerse que el Rey belga había solicitado en 2007 aviones de las Fuerzas Aéreas en 122 ocasiones, de las cuales sólo 17 correspondían a viajes oficiales, siendo el resto traslados de carácter privado.
Ahora y a petición del diputado David Geerts han salido a relucir los datos de los primeros 5 meses de 2008 y la tendencia parece ser la misma: 15 viajes de ida y vuelta con destino a lugares de vacaciones en Francia e Italia. En total el ejército belga ha tenido que desembolsar por estos viajes 131.000 euros. Consultado Palacio sobre estos dispendios un portavoz ha aclarado que el Rey siempre tiene que utilizar aviones de las FF.AA., incluso cuando se trata de viajes personales. "La seguridad del Rey no está garantizada en los vuelos comerciales", concluye el comunicado.
Los viajes aéreos de los Orange también bajo control También la [Familia Real holandesa] se enfrenta al mismo problema: excesivo gasto aéreo. Desde hace unos meses existe una comisión en el Parlamento holandés, presidida por el antiguo Vicepresidente Gerrit Zalm, que supervisa las cuentas dedicadas a la Casa Real. Este órgano se creó por la polémica surgida debido a los cuantiosos costes de un barco real, llamado De Groene Draeck, y por los de los viajes de avión de algunos miembros de la Casa Real. Los Orange no sólo no se opusieron a la creación de esta comisión sino que la propia Reina declaró el pasado mes de junio en su viaje a Lituania que "la Familia Real es la parte más interesada en que las cuentas sean totalmente transparentes".
