Los futuros Reyes de Bélgica y su hija, la princesa Elisabeth, han pasado unos días de vacaciones en Grasse, en los Alpes Marítimos de la rica Provenza.
La princesa Matilde, embarazada de cinco meses, necesitaba descansar, dejar atrás, por unos días, sus responsabilidades como Princesa heredera, después haber vivido unos ajetreados meses de actividad laboral y familiar y eligió la casa que sus suegros tienen en esta ciudad.
Además de la agenda del día a día, los Príncipes de Bélgica, al igual que toda la [Familia Real de los belgas] (a pesar de que ésta estaba en los primeros meses de la gestación) han cumplido con todos los viajes que estaban previstos al extranjero (incluido EEUU); han participado del ajetreo de la organización de la boda del príncipe Laurent y de la princesa Claire (con la tensión de la Guerra en Irak sobre sus espaldas); del nacimiento de Leticia María, el quinto hijo de la princesa Astrid y el príncipe Lorenzo, del viaje que el presidente de Italia realizó a Bruselas, de la visita de los Reyes de Noruega; etc, etc.
La casa de Campo de los Reyes en la Costa Azul Así, y de acuerdo con los Reyes, a quienes prestan en el ejercicio de su soberanía un apoyo incondicional, los Príncipes Herederos y su hija se han instalado por unos días en Châteauneuf- de-Grasse, en la maravillosa casa de campo que los Soberanos Belgas tienen en esta ciudad gótica con vistas al mar, al Sur de Francia (a 12 kilómetros de Cannes y a 30 de Niza).
Un lugar en el que la reina Paola y el rey Alberto suelen pasar sus vacaciones y donde al igual que estos días pasados lo hicieran su hijo, el príncipe Felipe, con su esposa, Matilde, y su hija, nunca dejan de pasear por el casco histórico (medieval). Un lugar al que sólo se puede acceder andando y un lugar también donde sólo se puede respirar perfume. Por algo es conocida como el Paraíso del perfume.
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