Según fuentes próximas al Gobierno belga, el príncipe Lorenzo de Bélgica, (38 años), hijo menor del rey Alberto II y de la reina Paola, podría confirmar su relación con Claire Coombs (30) antes de que finalice diciembre. Al parecer, fue el propio príncipe Laurent el que contó, estando su novia presente, durante la reciente celebración de la fiesta de aniversario de Montano (un niño minusválido a quien cuida y protege) que su petición de mano sería anunciada el 19 de diciembre. No obstante, frente a esto, y a la espera del consentimiento oficial del soberano Alberto II, la Casa del Rey de los Belgas ha comunicado, a través del consejero de prensa Pierre-Emmanuel de Bauw lo siguiente: "Nosotros mantenemos la misma postura que hace unas semanas. No negamos que existe una relación seria, pero de momento no se habla de compromiso oficial. En el caso de que hubiera algo oficial, no dejaríamos de comunicarlo".
Una aparejadora Claire Coombs tiene treinta años y es hija del presidente de la firma británica Nico, especializada en materiales plásticos y elásticos. Su madre es belga, y Claire vive en la casa familiar de Chaumont-Gistoux, en Brabante. La joven es trilingüe, trabaja actualmente como aparejador para un estudio de arquitectos de Wawre y cuenta con la plena aprobación de los Reyes. No en vano, los medios de comunicación belgas, no sólo hablan de compromiso oficial, sino que anuncian su boda para antes del verano de 2003, alegando que la catedral de San Miguel y Santa Gúdula ya está reservada para la boda.
Además, y para argumentar la oficialidad de la relación, los medios belgas hacen referencia también a la continua presencia de Claire en acontecimientos culturales o festivos a los que asisten también algunos miembros de la Familia Real. Por ejemplo, en el estreno de la película El pianista de Roman Polanski, o en el lanzamiento del libro de la princesa Esmeralda sobre su padre, el rey Leopoldo. La reina Fabiola estaba presente. Claire Coombs no ha sido vista, sin embargo, junto al rey Alberto o la reina Paola. Pero lo mismo ocurrió con Matilde. La corte reacciona siempre con mucha prudencia y discreción...
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