Paola de Bélgica: 'El Rey y yo hemos conocido momentos de felicidad y tristeza'

Por hola.com

Cuando está a punto de cumplir diez años como Reina de los belgas -subió al trono junto a su esposo, Alberto II, el 9 de agosto de 1993, días después de la muerte del rey Balduino, quien había reinado durante 42 años-, Paola de Bélgica ha decidido hablar por primera vez de su papel, de sus sueños, de sus ideas e incluso de sus emociones.

Casada con el monarca Alberto II desde 1959, Paola es hija del príncipe Fulco Rufo di Calabria y la condesa Louisa Gazelli; y madre del príncipe Felipe (casado con Mathilde de Bélgica), de la princesa Astrid (casada con el archiduque Lorenzo de Austria-Este) y del príncipe Laurence.

La Reina de los belgas conoció a su esposo en 1958 en el funeral del papa Pío XII y la coronación de Juan XIII, cuando era sin duda una de las princesas más hermosas del mundo y estaba llena de sueños...

Lo que más le gusta de su oficio de reina
"La constitución belga no prevé ningún papel particular para la Reina, pero yo estoy al lado del Rey siempre que puedo. Por la mañana desayunamos juntos. Hablamos de nuestros programas para el día, leemos los periódicos, y luego empieza nuestra jornada. Me esfuerzo, a través de mi fundación, por ayudar a los jóvenes a integrarse en la sociedad apoyando proyectos innovadores en la enseñanza. He aceptado igualmente apoyar activamente a Child Focus, esta organización que lucha contra la desaparición de los niños".
"Espero que mis contactos internacionales contribuyan a la lucha contra el maltrato infantil. Lo que es apasionante en la función de Reina, es que me permite comunicarme con personas procedentes de todas las profesiones y todas las capas sociales. Personas que, de otro modo, yo no habría podido jamás conocer".

"No hay gran diferencia entre mi vida de princesa y de Reina"
No fue fácil para el Rey ni para mí suceder al rey Balduino -tengo, añade, una gran admiración por el rey Balduino- y a la reina Fabiola. Aunque he tenido dos cosas a mi favor que me han ayudado. En primer lugar, el consejo que me dio mi hermana mayor: ‘sé siempre fiel a ti misma’. En segundo, el haber podido seguir viviendo en la misma casa. Un lugar que conserva, desde hace 40 años, tantos recuerdos. Es difícil trasplantar árboles adultos".