El príncipe Filiberto de Saboya está considerado desde hace tiempo el miembro de la realeza europea más polifacético y uno de los más carismáticos. A sus conocidas vertientes como cantante, bailarín, aventurero en reality-shows, modelo publicitario, productor televisivo y tuitero empedernido, entre otras muchas que le han convertido en un príncipe cercano y muy querido en el panorama mediático actual, el nieto del rey Humberto II de Italia añade ahora una nueva: la de diseñador de una línea de camisetas que acaba de presentar en el Semana Internacional de la Moda de Milán.
La colección, compuesta por ocho t-shirts para hombre y mujer confeccionadas en algodón y cachemir, ha sido lanzada junto a Enzo Fusco, prestigioso diseñador italiano de ropa deportiva y propietario de las marcas Blauer, C.P. Company y FGF Industry. Ambos se conocieron hace unos meses en unas vacaciones mientras navegaban por las costas de Córcega, y en un almuerzo, delante de un plato de espagueti (según cuentan los propios protagonistas), surgió la idea.
Y así nació Prince Tees, una línea de camisetas ligeras y cómodas. Se trata de unas prendas de líneas sencillas, cuellos en pico o redondeados, con corte láser y sin costuras, y con un original logotipo presidido por una original corona, sin duda un guiño a la condición de príncipe del nuevo estilista. “Son fáciles de poner -asegura el príncipe de Venecia- tanto con unos vaqueros en plan deportivo, como con una americana y zapatos. Se ajustan mucho a la forma en que a mí me gusta vestir”. Además, tanto Fusco como el heredero de los Saboya presumen con orgullo de que la colección está cien por cien hecha en Italia.
Pero lo más relevante es que así nació también la nueva faceta de Filiberto de Saboya, el príncipe de las mil caras. No es el primer royal que se dedica al mundo de la moda -ahí le lleva ventaja la princesa Marie Chantal de Grecia quien lleva años diseñando y comercializando ropa de niños- pero sí es el primer heredero de unos derechos dinásticos que se adentra de lleno en este apasionante mundo del diseño. Porque, según ha asegurado el propio príncipe, la cosa no se va a quedar en sacar al mercado sólo las camisetas, sino que ya está pensando en una nueva colección para la temporada otoño-invierno 2015-16 compuesta por sudaderas, pantalones cómodos y más camisetas, esta vez de colores y originales estampados. “A partir de ahora, el límite es el cielo”, ha confesado el príncipe italiano en la presentación de este nuevo proyecto. “Esto es sólo el comienzo de una aventura que temporada tras temporada se puede ampliar hasta conseguir un total look. Con algodón y cachemir se puede hacer casi de todo”, ha dicho entusiasmado.
Aunque es la primera incursión de Filiberto de Saboya en el mundo de la moda, el Príncipe ha asegurado que siempre se ha sentido atraído por la creatividad de algunos diseñadores y reconoce que siempre ha admirado a Jeremy Scott, que le encanta el rediseño que se está haciendo de Moschino y que siempre se ha fijado en los diseños de Yohji Yamamoto.
Y hablando de influencias… Cuando al príncipe se le ha preguntado estos días sobre si recibe consejos de estilo de su esposa, la actriz francesa Clotilde Courau, con la que Filiberto lleva casado desde 2003 y quien se suele ver derrochar elegancia en numerosas alfombras rojas, el joven Saboya se ha mostrado esquivo asegurando que “yo soy muy quisquilloso y no suelo aceptar consejos de nadie”. “Además -ha dicho- ella se preocupa más de otra moda, de vestidos, de zapatos… yo por ahora produzco simples camisetas”.
Quienes sí son ya unas auténticas fans de las Prince Tees son las dos hijas del matrimonio, las princesas Victoria y Luisa de Saboya. A pesar de ser aún unas niñas de 10 y 8 años, ambas ya usan las camisetas diseñadas por su padre y lo hacen de una manera muy especial según ha confesado el propio príncipe: “A ambas les gusta usarlas como pijama y para estar en casa. Aunque les llegan por las rodillas, son muy suaves y les encantan. Se sienten abrazadas por las camisetas”. La crítica especializada italiana, la primera en pronunciarse sobre la nueva colección, ha acogido las camisetas de forma positiva y los medios califican la propuesta de “interesante”.
El hijo de Victor Manuel de Saboya y Marina Doria, de 42 años, superó hace unos meses un serio problema de salud que le ocasionó un cáncer en el tabique nasal y que le obligó a pasar por el quirófano en dos ocasiones. Ese mismo afán de superación y esas ganas por desarrollar muchas actividades a la vez le llevan en la actualidad a compaginar su nuevo trabajo como estilista con otra faceta iniciada recientemente al fundar las compañías Royal Me Up y Savoy & Gregory Pictures, con las que está haciendo sus pinitos como productor de programas y series de televisión. Lo que sí parece claro es que el príncipe ha olvidado para siempre sus primeros trabajos como economista en la banca suiza y en el Republic National Bank de Nueva York. Tras una fructífera carrera televisiva, en la que llegó a alzarse con el triunfo en el concurso de baile italiano Bailando con le Stelle en 2009 y quedar en segunda posición en el festival de la canción de San Remo de 2010, Filiberto de Saboya ha encontrado su camino profesional en el mundo del espectáculo, el entretenimiento televisivo y ahora la moda. Visto que la monarquía como forma de Estado no tiene visos de ser restaurada en Italia, el joven príncipe de Venecia y Piamonte (títulos que ostenta el heredero de los Saboya) está viendo cumplidos otros sueños profesionales más “alcanzables” por el momento.
