Rania de Jordania ha vuelto. Después de una larga temporada trabajando en casa por el bienestar de los más desfavorecidos, por la defensa de los derechos de la mujer y de la infancia, por una educación de calidad, por el progreso económico…, la reina Rania, la gran activista de las causas sociales, sigue su labor aquí: en Occidente. Hacer de este mundo uno mejor la ha llevado de nuevo a Naciones Unidas para discutir sobre la importancia de colaborar para mejorar la vida de mujeres y niños, sus principales protegidos.
La soberana repitió traje y argumentos para insistir en el mensaje de siempre: la necesidad de apoyo y la importancia de la colaboración para alcanzar las metas. Mientras su marido, el rey Abdalá, se reunía con el presidente Obama en el despacho oval de la Casa Blanca, la reina Rania, miembro de honor de la Fundación de Naciones Unidas, acudía a un almuerzo en el Newseum, en Washington, con la directora general de la asociación, Kathy Calvin, y con otras destacadas personalidades locales femeninas para cambiar el mundo. Porque querer es poder.
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