La reina Rania persiste en su lucha a favor de la educación y, consciente del difícil papel que tiene la mujer árabe en la actualidad, su principal objetivo es promover una sólida formación en las escuelas femeninas. Allí estudian las niñas que el día de mañana se convertirán en las mujeres del futuro de Jordania y por eso, la soberana hachemita visitó ayer la escuela Ein Jannah en Ajloun, un pueblo montañoso situado al noroeste de Ammán, para comprobar cómo se están llevando a cabo los proyectos educativos de Madrasati Jordania.
Rania, que volvió a decantarse por un atuendo árabe en lugar de sus habituales conjuntos occidentalizados de exclusivas firmas, estuvo acompañada por la directora de Madrasati, Danah Dajani, y la directora de la escuela, Wafaa Al Qudah. Se sorprendió al descubrir que profesoras y alumnas habían creado un programa para cocinar alimentos saludables en el comedor del centro y escuchó con atención cómo se habían organizado para promover la seguridad vial entre las escuelas de la zona. La soberana alabó la labor de los educadores y continuó su visita por una guardería en la que afloró su instinto más maternal al coger en brazos a una niña y acariciar a un pequeño que se encontraba durmiendo plácidamente en su cama.
Después, Rania de Jordania recorrió las principales calles de Ajloun donde recibió numerosas muestras de cariño de los allí presentes y les trasladó el esperanzador mensaje de su marido, el rey Abdalá: “Ajloun tiene mucho que ofrecer, es un pueblo fuerte capaz de superar todos los desafíos a los que se enfrenta” y recalcó el esfuerzo de todas las asociaciones que luchan diariamente para reducir la pobreza y el desempleo.