El Príncipe de Tirnovo recibe el alta tras sufrir una infección de riñón y un complicado proceso febril

Miriam Ungría: 'Kardam sigue recuperándose y yo puedo conducir. Todo marcha bien'

Por hola.com

El príncipe Kardam de Bulgaria, que fue ingresado en el hospital Provincial de Conxo (Santiago de Compostela) la semana pasada por una grave infección de riñón y algunos problemas respiratorios, ya ha sido dado de alta y “continúa recuperándose”, según ha comentado su esposa, Miriam Ungría, tal y como publica la revista ¡HOLA! esta semana.

Aunque no es la primera vez que pasa por este problema, Kardam, de 47 años, tuvo que hacer frente en esta ocasión a un proceso febril muy complicado. Altas temperaturas que remitieron finalmente tras permanecer ingresado varios días en la planta de Medicina Interna. Las primeras informaciones sobre su estado de salud fueron publicadas en “El correo gallego” y en el diario “24 horas” de Bulgaria. Ambos periódicos apuntaban a que debido a la gravedad de su estado, toda su familia estaba pensando en trasladarse a Galicia. Finalmente, todo quedó en un susto, Kardam está bien y sigue dando, apoyado siempre por su inseparable esposa, lentos pasos en rehabilitación.

En la actualidad, Miriam Ungría y el príncipe residen en una casita cercana a la Fundación FOLTRA –Fe, Optimismo, Lucha y Trabajo-, en la localidad de Teo (próxima a Santiago), donde Kardam recibe tratamiento para sus lesiones cerebrales en esta fundación y clínica pionera en Europa.  Desde el pasado verano –a excepción de las vacaciones de Navidad, que las pasaron en Madrid-, los Príncipes de Tirnovo viven en este Ayuntamiento, al que llegaron buscando nuevas alternativas para la recuperación del hijo de los reyes de Bulgaria.
Kardam y Miriam sufrieron un gravísimo accidente en agosto de 2008, cuando, a su paso por la localidad madrileña de El Molar, el Jaguar en el que viajaban se salió de la carretera. El coche, que conducía Kardam, chocó contra un árbol de la N-1 y volcó unos metros de la fachada de una vivienda. Un mes antes, habían celebrado doce felices años de matrimonio.