El can ha recibido el nombre de Bo, según informa The Washington Post, porque los primos de Malia y Sasha tienen un gato llamado así y porque el padre de Michelle Obama fue apodado Diddley en alusión al fallecido compositor, cantante y guitarrista Bo Diddley, uno de los artistas estadounidenses de mayor influencia en el rock and roll.
Bo es un regalo del senador demócrata Edward Kennedy, que posee tres perros de esta misma raza, famosa por su buen carácter y por ser adecuada para niños alérgicos como Malia. El perro ha sido educado por los entrenadores caninos de Kennedy, quien durante meses había estado persuadiendo a los Obama para que éstos se hicieran con un perro de aguas portugués. Finalmente ha sido él mismo quien les ha hecho llegar uno a su residencia.
Según apunta la prensa estadounidense, Malia y Sasha - de 10 y siete años respectivamente- están encantadas con su nuevo compañero de juegos, aunque la familia Obama, que estrenan perro por primera vez, aún no ha decidido dónde dormirá o quién le paseará y le dará de comer. Tal y como apunta The Washington Post, Bo tuvo un primer encuentro con sus futuros dueños durante una "reunión secreta" en la Casa Blanca que resultó todo un éxito, ya que obedeció cuando le ordenaron sentarse y caminar. Aunque seguramente lo que convenció al Presidente para quedarse con él fue el hecho de que el can le siguiera por toda la habitación.
Elegido en el último momento
Sin embargo, la llegada de la nueva mascota de los Obama no ha estado exenta de dudas y malentendidos ya que en un principio se creyó que iba a ser otro el animal elegido. El sábado, una página web publicó una fotografía de un perro de la misma raza llamado Charlie que según se apuntaba habría sido elegido por la familia presidencial. La Casa Blanca desmintió esta información señalando que el Primer Perro haría su debut el martes, aunque ahora se sabe que Bo ya estaba en su nuevo hogar desde el fin de semana.
Otro de los rumores que habían circulado en torno al asunto de la nueva mascota de los Obama era que éstos habían pensado acogerla de un refugio. Finalmente se ha despejado la incógnita y no será un perro abandonado quien haga las delicias de la familia presidencial. Sin embargo, tal y como señala The Washington Post los Obama harán una donación a la Sociedad Humana del Distrito de Columbia, una organización protectora de animales abandonados con sede en Washington.