Filiberto de Saboya ya tiene su título de 'Rey de las pistas'

El Príncipe ha sido el ganador de la nueva edición del programa de la televisión italiana 'Bailando con las estrellas'

Por hola.com

A falta de trono, buenos son títulos. De esos que te hacen reinar en el corazón de los conciudadanos. Filiberto de Saboya se ha hecho con uno danzando al son de los latidos de Italia en Bailando con las estrellas -versión italiana del programa televisivo Mira quién baila. Se ha proclamado soberano absoluto de las pistas de baile después de casi tres meses de ensayos y coreografías desde que el pasado enero debutara como bailarín con la canción de Abba Mamma Mia.

Semana tras semana, el nieto del último Rey de Italia ha dado una pirueta sobre sí y, sin perder el equilibrio, ha mostrado otro Filiberto de Saboya. Tal vez, más Filiberto y menos Saboya. Un Príncipe al natural, sin reales filigranas, aunque equipado con unos zapatos de salón que giran prejuicios. "Creo que he conseguido cambiar la idea de la gente y puedo decir que lo he logrado sin esforzarme. Simplemente, he sido siempre yo mismo. Han votado a la persona, no al apellido. Yo estoy orgulloso de ser un Saboya y de mi historia, aunque he preferido presentarme como Filiberto. He ganado sólo porque he aprendido a bailar bien y para lograrlo me ha costado estar muerto de cansancio", sentencia el aristócrata. El público le ha obsequiado por su duende con el aplauso (el 75 por ciento de los votos de los telespectadores) y el jurado por su técnica con el trofeo (una descomunal copa como una valiosa corona) que acreditaba que no se le da nada mal mover el esqueleto.

El príncipe Filiberto se lleva además otro premio de su paso por el programa: muchos buenos amigos. Se ha sentido a lo largo de tantas semanas uno más de la compañía de danza televisiva y ha hecho buena pareja de baile tanto con los concursantes como con los bailarines del programa. No en vano, fuera de función, ha continuado danzando (en salidas, almuerzos...) con sus compañeros. Especialmente con Natalia Titova, quien le ha guiado en este baile de estrellas. Un vals de éxito que puede materializar sus aspiraciones políticas. El príncipe Filiberto se presentó a las elecciones generales del pasado año, aunque pasó sin pena ni gloria para los votantes. Ahora tantean sus pasos la posibilidad de concurrir a los comicios europeos de junio (bien en solitario, bien en la formación de centro democristiana UDC). Tal vez pueda coronar su coreografía triunfal con la figura política.