Es una de las festividades más señaladas en Irlanda. Tanto es así que el Día de San Patricio, patrón de este país, ha conseguido traspasar fronteras y ya se celebra en cualquier sitio del mundo en el que viva una comunidad de irlandeses, cada 17 de marzo. En ciudades inglesas como Londres y Manchester, Montreal (Canáda) y en algunos puntos de Estados Unidos, como Boston, Kansas o Chicago, sus habitantes asisten a los grandes desfiles, donde el color verde impregna el ambiente. Este año, las celebraciones han logrado colarse, incluso, en la Casa Blanca.
La idea de rendir tributo a esta festividad ha llegado hasta la mismísima residencia oficial del Presidente de Estados Unidos. Las fuentes de la Casa Blanca, tanto la del pórtico norte como la de la fachada sur, vieron cómo su agua se teñía, por primera vez, de verde. Según explicó Katie McCormick Leyveld, una portavoz de la Casa Blanca, la esposa de Barack Obama se inspiró en una costumbre que se realiza cada año en Chicago, su ciudad natal, en la que las aguas del río toman este color los días previos a la fiesta.
Sangre irlandesa Barack Obama tambien marcó esta celebración en su agenda. Lució una corbata verde en las muchas reuniones que mantuvo ese día con las personalidades políticas irlandesas. Por la mañana estuvo con el Primer Ministro de dicho país, Brian Cowen que, como es tradición, le hizo entrega de un cuenco con trébol irlandés para simbolizar el vínculo entre ambas naciones. Por la noche, muchos de ellos estuvieron invitados a una recepción en la Casa Blanca.
En Estados Unidos, el Día de San Patricio se convierte en una jornada especial, ya que en torno a 40 millones de habitantes tienen ascendencia irlandesa, según las cifras manejadas por la agencia EFE. Entre todos ellos se encuentra el mismo Obama. Al parecer, los ancestros de su madre provienen del condado de Offaly, próximo a Dublín.
