El miércoles: noche de fiesta en la Casa Blanca

Barack y Michelle Obama han elegido este día de la semana para invitar a su residencia a personalidades del arte, el deporte y la política

Por hola.com

Cuando juró el cargo como Presidente de Estados Unidos, Barack Obama anunció que iban a ser muchos los cambios que se sucederían en la Casa Blanca y así está siendo. Obama y su mujer, Michelle, han elegido la noche de los miércoles para invitar a personalidades de la política, el arte y el deporte a su nueva residencia.

"Esta casa es muy grande y a veces nos sentimos solos", dice el Presidente entre risas. "Es duro para mí manejarme allí fuera, por lo que he decidido traer el mundo hasta mí". Se está convirtiendo en una costumbre que todos los nombres destacados de Washington reserven en su agenda la noche del miércoles por si reciben una llamada de los Obama.

Los primeros invitados
El matrimonio presidencial ya ha puesto en marcha su plan de 'abrir' las puertas de la Casa Blanca a mediados de semana. Así lo hicieron con el cantante Stevie Wonder, a quien el Presidente de Estados Unidos entregó un premio especial por su trayectoria.

A lo largo de la noche hubo tiempo para las confidencias. Barack Obama no dudó en confesar que la música de Wonder fue una de las bandas sonoras de su juventud y que resultó fundamental en su relación con su esposa. "Podría decirse que si no hubiera sido fan de Stevie Wonder, Michelle no hubiera salido conmigo, quizás no nos hubiésemos casado", dijo Obama. Además, el tema You and I fue uno de los que sonó en la boda de Barack y Michelle.

Apenas una semana antes, los Obama ejercieron como anfitriones del grupo Sweet Honey in the Rock, que venían a conmemorar el mes de la Historia Afroamericana y que ese miércoles deleitaron a más de 200 escolares que se encontraban de excursión en la Casa Blanca.

Políticos a ritmo de conga
La última jornada lúdica en casa del Presidente tuvo lugar hace unos días, cuando más de 50 congresistas fueron invitados a una cena, momento en que políticos demócratas y republicanos se relajaron y acercaron posiciones por un día. La comida estuvo regada con vinos de California, Michigan y Oregón.

Degustaron un menú a base de pasta rellena de cangrejo y alcachofas, ternera y vieiras, zanahorias y espinacas, que acompañaron con una ensalada de cítricos con pistachos. De postre, los invitados tomaron una porción de tarta de arándanos con helado de caramelo. Y cuando la prensa y el propio Obama se habían retirado, ocurrió lo más sorprendente: los políticos no dudaron en marcarse más de un baile e incluso bailaron la conga. "He oído que fue todo un espectáculo", bromeaba al día siguiente el Presidente.