Nueva vida y viejas costumbres para las hijas de Obama en la Casa Blanca

La Primera Dama ha contado cómo es el día a día en la residencia del hombre más poderoso del mundo

Por hola.com

Aunque muchos pudieran pensar lo contrario, la vida no ha dado un vuelco tan brusco para la familia del Presidente de Estados Unidos desde su investidura y consiguiente traslado a la Casa Blanca. Es cierto que han ganado en comodidad, después de haber pasado un año de campaña electoral haciendo continuamente las maletas y durmiendo en hoteles cada noche. Pero, tal y como relata la Primera Dama a la revista People, las reglas en su nuevo hogar de Washington "son las mismas" que cuando vivían en Chicago.

Las pequeñas Malia, de diez años, y Sasha, de siete, siguen teniéndose que hacer la cama, limpiar su habitación, lavar los platos después de la cena y hacer sus deberes diarios. De hecho, la esposa del Presidente ha dado orden al servicio de la casa que no se les haga más fácil la vida a las niñas y delegue en ellas parte de las tareas domésticas, porque "deben continuar siendo obedientes". Sin embargo, se les permite estar en todos los rincones de la mansión e incluso entrar en el Despacho Oval siempre que lo deseen. "Quiero que sientan que realmente están en su casa", explica su madre.

Michelle Obama ha contado cómo transcurre un día normal en la residencia del hombre más poderoso del mundo. Entre otras cosas, la esposa del Presidente explica que ella y su marido se levantan cada día a las cinco y media de la mañana para hacer un poco de ejercicio antes de comenzar a cumplir con sus respectivas responsabilidades. Según Michelle, la familia desayuna y cena junta para hablar "de lo humano y de lo divino" y para ponerse al día. Además, la Primera Dama ha revelado que Barack ha dejado de fumar y que acuesta a sus hijas todas las noches, "algo que no había podido hacer durante años".

El tema del matrimonio también se toca en la entrevista. "El nuestro funciona porque trabajamos en él, tenemos una relación muy fuerte aunque no siempre sea perfecta" declara la Primera Dama, y añade: "El secreto es poder reírse juntos y permanecer tranquilos en los momentos de presión, aunque no quisiera que nadie piense que resulta fácil".

Ya han elegido el perro para las niñas
Será el próximo mes de abril cuando Malia y Sasha den la bienvenida a su nueva mascota, el perro que su padre les prometió si ganaba las elecciones. Michelle Obama asegura que ya está de camino, pero que no llegará hasta después de volver de sus vacaciones de Semana Santa. Será probablemente un perro de aguas portugués, una raza muy popular para las personas alérgicas, como es el caso de la hija mayor de los Obama, ya que apenas suelta pelo. "Tienen un temperamento muy bueno y tenemos amigos que los tienen y están encantados con ellos. Además, no son pequeños pero tampoco son perros enormes", asegura la Primera Dama.

En lo que aún no se han puesto de acuerdo es en el nombre. Las niñas han dado algunas ideas, como Frank o Moose, pero su madre no está tan convencida: "Les he dicho que tenemos que pensarlo mejor", cuenta Michelle.