Klosters vuelve a reafirmarse como el refugio de invierno preferido por la realeza europea. Hace justo un año, fue el destino elegido por el príncipe Guillermo y su novia, Kate Middleton, para hacer una escapada romántica. Esta vez, han sido los príncipes Federico y Mary de Dinamarca los que no han querido dejar pasar la oportunidad de disfrutar con sus hijos de la nieve. Como recién salidos de una postal, la feliz familia nos ha dejado ser partícipes de sus ratos de diversión al dejarse fotografiar mientras lo pasan en grande en esta exclusiva estación de esquí en Suiza.
Muy abrigados con gorros, guantes y gafas de ventisca para protegerse del frío, y desafiando a las bajas temperaturas que reinan en el lugar, los padres de los pequeños Christian e Isabella se convirtieron en dos niños más y se unieron a ellos en sus juegos con los trineos. Ejerciendo de hermano mayor, el príncipe Christian se preocupó de que su hermana, que iba agarrada a su cintura detrás de él, no se cayera mientras su madre tiraba de ellos cuesta abajo.
Pese a las desapacibles temperaturas, los cuatro no perdieron la sonrisa ni un momento durante el rato que permanecieron bajo la nieve y rodeados de abetos en la pista de esquí. No son, sin embargo, los primeros miembros de la [Familia Real danesa] que han podido gozar de los encantos de los Alpes suizos este año. A principios de este mes, los príncipes Joaquín y Marie acudieron con los hijos de él, Nicolás y Félix, a la estación invernal suiza de Villars-sur-Ollon, donde la madre de ella posee una cabaña que les prestaron para la ocasión.
