DANIEL WESTLING ACOMPAÑA A LA PRINCESA VICTORIA EN UNA VISITA A BRASIL

El prometido de la Heredera sueca se mantendrá al margen de la agenda oficial durante los cuatro días de visita y, desde el domingo, la pareja disfrutará en el país carioca de unos días de vacaciones

3 ABRIL 2009
La princesa Victoria y Daniel Westling son inseparables desde el anuncio de su compromiso. Las apariciones conjuntas de la pareja se han multiplicado en todo tipo de escenarios. Patrios –tanto en ocasiones privadas como recientemente en actos públicos- y ahora también internacionales con la agenda de la Heredera sueca como telón de fondo. Es el caso de Brasil, destino de la visita oficial de cuatro días de Victoria de Suecia, con ocasión de la regata Volvo Ocean Race en Río de Janeiro, a donde le acompañó su novio. Ha viajado con ella, por primera vez en calidad de prometido, pero no compartirá programa. Se mantendrá al margen de los compromisos de la Heredera hasta el domingo, cuando la pareja se reunirá para disfrutar de unos días de vacaciones en el país carioca.

Un país con el que ambos tienen vínculos: la Heredera, a través de su madre, de origen alemán y que creció en Brasil, y Daniel de tipo económico. Así, antes del descanso, mientras la Princesa se dedica a asistir a almuerzos con miembros del Consejo de Exportaciones sueco; inspeccionar barcos; visitar proyectos para que niños aprendan a navegar y construir embarcaciones con el objetivo de tener mejores posibilidades de lograr un trabajo en el futuro..., Daniel aprovechará también para trabajar: supervisar en el norte de Brasil, cerca de Salvador de Bahía, sus inversiones en un complejo turístico de lujo en Pratigi, donde también participan entre otros el ex componente de Abba Björn Ulvaeus.

Pese a las agendas por separado de la pareja, las fotos juntos no se han hecho esperar. La princesa Victoria se mostró en público con Daniel paseando por la playa de Copacabana en Río de Janeiro en el segundo día de visita. Esta aparición ha sido la primera de Daniel con la Heredera en este viaje. Y la estampa de lo más romántica, como nos tienen acostumbrados: caminando por la arena, agarrados de la mano, y con el atardecer como fondo. Conjuntados en el atuendo -ambos vistieron para la ocasión blusa azul y pantalones claros- y en el sentir: "Esto es fantástico".