Las cosas de palacio van despacio, pero avanzan igualmente. A su particular ritmo, eso sí, los príncipes y princesas aún solteros dan pequeños pasos hacia un posible compromiso matrimonial, como la princesa Magdalena y Zara Phillips. Ambas planean irse a vivir al campo junto a sus respectivas parejas, Jonas Bergstöm y Mike Tindall cuando contraigan matrimonio. Estos planes han sido interpretados por la prensa como una evidente señal de que la esperada boda anda más cerca.
La hija pequeña de los Reyes de Suecia decidió salir de Palacio a principios de 2003 para vivir, como cualquier otra joven, su historia de amor con un estudiante de derecho totalmente desconocido, Jonas Bergström. Abandonó las inmensas dependencias palaciegas para convivir con él en un piso, de 92 metros, en el barrio de Östermalm, el centro de Estocolmo. Un apartamento de Lottie Than, hija del fundador de la cadena HM, madrina de Jonas Bergström y madre de Caroline, una de las mejores amigas de la princesa Victoria. Después de cinco años de convivencia feliz y de contar con la plena bendición de sus regios padres a su relación, la pareja da un paso más con la compra de una casa de campo en Djurgården.
Cambio de casa a los cinco años Zara Phillips tiene en mente también comprarse una casa de campo con su novio, la estrella de rugby Mike Tindall. La nieta de la Reina de Inglaterra y el jugador han hecho una oferta para adquirir una residencia de seis dormitorios del siglo XIX, reconvertida en granero. La residencia de Nimrod Barn en Upper Kilcott, Gloucestershire, cuenta con más de 17 hectáreas cuadradas de terreno, una icónica cocina tradicional Aga y un idílico camino flanqueado de árboles. También presume de fantásticas vistas panorámicas a través de Cotswolds. Zara, de 27 años, y Mike, de 30, se encuentran actualmente a la espera de una respuesta sobre su oferta de la casa, que, al parecer, tiene muchos novios. Zara ha firmado lucrativos contratos de publicidad para marcas como Land Rover, mientras Mike gana más de 115 mil euros al año como jugador de rugby, y ambos han estado compartiendo durante dos años una casita exenta de alquiler en la propiedad de Gatcombe Park de la princesa Ana, madre de Zara, así que tienen suficiente dinero ahorrado en el banco como para poder mudarse casi inmediatamente. Lo que, sin duda, facilita el camino al altar.
Zara y Mike han estado saliendo desde que se conocieran hace cinco años en el Mundial de Rugby en Australia y, desde aquel primer encuentro, son "totalmente inseparables", revelan amigos de la pareja. Un sólida relación que pinta en futuro compromiso. La propia Zara dejó caer en una reciente entrevista que sería bienvenida una petición de matrimonio en firme de su novio. "Bien, él todavía no me lo ha pedido. Soy una antigua: creo que son ellos los que deben pedir la mano. Parece que todos en el club de rugby se están casando y ampliando las familias, así que ellos no hacen más que preguntarme: ‘¿Cuándo tú?". Amor no les falta, para tal vez no sea el momento más oportuno. La jinete Zara Phillips ha confesado que ella estaría dispuesta a sacrificar su deseo de tener hijos por su deporte, ya que considera que sería "demasiado" egoísta formar en este momento una familia, aunque no descarta que le gustaría en un futuro. Si vida nueva, no, casa nueva, sí.
