El príncipe Mulay Hasan recibe una regia 'lección' de su padre, Mohamed VI de Marruecos
Acompañaron al soberano marroquí su primogénito y su hermano, el príncipe Rachid, en los actos conmemorativos por el noveno aniversario de su coronación
La formación de un Príncipe Heredero comienza desde la más tierna infancia. Ya de niños aprenden lecciones sobre protocolo, sobre el funcionamiento e idiosincrasia de su país, e incluso sobre cuestiones políticas. Reciben clases teóricas dentro de Palacio y prácticas, fuera, en escogidos encuentros con sus conciudadanos. También Mohamed VI de Marruecos ha querido aprovechar un magno acontecimiento en su historia personal como Rey, el noveno aniversario de su coronación, para dar una regia lección, de primerísima mano, a su sucesor, su primogénito el príncipe Mulay Hasan (8 de mayo de 2003), de cinco años.
El pequeño, vestido al igual que su padre con la tradicional vestimenta, se empapó de las milenarias costumbres de su pueblo y absorbió con devoción cada palabra y cada movimiento de su padre, que presidía ayer por la tarde, en la plaza del Palacio Real de Fez, los actos conmemorativos con motivo del noveno aniversario de su entronización (31 de julio de 1999). Junto a ellos, vestido con uniforme militar, se encontraba el hermano del soberano marroquí, el príncipe Rachid.
De acuerdo al solemne ritual de la ceremonia de la Lealtad, que corona las celebraciones oficiales con la Fiesta del Trono, autoridades del Gobierno, de las prefecturas y de las provincias del Reino de Marruecos presentaron lealtad al Rey que, tras pasar revista a las delegaciones, recorrió en un caballo pura sangre árabe las calles de Fez mientras saludaba a sus conciudadanos y agradecía sus felicitaciones. Cinco salvas de cañón cerraron la señalada fecha. Una ocasión histórica que será también recordada porque el hijo mayor de Mohamed VI -tiene otra hija, Lalla Jadiya, de un año (28 de febrero de 2007)-, el príncipe Mulay, tomó sus primeros apuntes para convertirse en su día en Rey.
