Como si fueran tres amigas, la princesa Carolina de Mónaco y sus hijas Carlota y Alejandra disfrutaron de una tarde inolvidable en el Festival de Saltos de Montecarlo. Las tres se mostraron relajadas, sonrientes y muy interesadas en el desarrollo de la prueba hípica. Pero ellas no fueron las únicas integrantes de la familia Grimaldi que difrutaron del espectáculo hípico.
El príncipe Alberto y su novia, Charlenne Wittstock, también presenciaron el campeonato. Ambos llegaron juntos al lugar y se mostraron más unidos y compenetrados que nunca. Charlene volvió a lucir figura con un elegante vestido de cóctel color frambuesa que realzaba su magnífica anatomía. La novia de Alberto II se mostró cómoda y muy segura cuando fue recibida por algunos de los responsables del festival de saltos. Aunque, justo es decir que, en todo momento el Príncipe permaneció a su lado y le dedicó todo tipo de atenciones.
Una más de la familia
Una vez en el interior del recinto, la pareja se sentó junto a Carolina, Carlota y Alejandra. Charlenne aprovechó para charlar y bromear con quien podría convertirse en su futura cuñada, con quien parece llevarse a las mil maravillas. Por su parte, las hijas de la Princesa también mostraron la excelente relación que las une. Carlota Casiraghi estuvo muy pendiente de su hermana pequeña y no dudó en prestarle sus estilosas gafas de sol a la niña, a quien le encanta imitar a su glamourosa hermana.