La Familia Real inglesa se reúne con motivo de la celebración oficial del cumpleaños de la Reina

Peter Phillips, nieto mayor de Isabel II, y su esposa, Autumn Kelly, aparecieron en público por primera vez tras su boda el pasado mes de mayo

Por hola.com

La reina Isabel estuvo ayer arropada por toda su familia en un día muy especial. A pesar de que su cumpleaños fue el pasado 21 de abril, la soberana inglesa lo ha celebrado casi dos meses después. La tradición establece que los festejos oficiales con ocasión del aniversario del monarca coincidan con el colorido desfile militar Trooping the Colour, que data de 1748. Más de 1.100 soldados desfilaron ayer por las calles del centro de Londres.

Miles de ciudadanos quisieron compartir tan importante fecha con su soberana. La Reina y su esposo, el duque de Edimburgo, se pasearon, como ya es tradición, en un carruaje de márfil de 1842, que perteneció a la reina Victoria. Para tan importante celebración, Isabel II eligió un vestido de color turquesa a juego con un sombrero del mismo color. Por su parte, el duque de Edimburgo lució el uniforme militar correspondiente.

El balcón del Palacio de Buckingham fue el lugar elegido por toda la Familia Real para seguir la marcha. El príncipe Carlos asistió acompañado por su esposa, la duquesa de Cornualles. Sus hijos, los príncipes Harry y Guillermo, no quisieron perderse el desfile. La Reina contó también con la presencia de sus hijos, la princesa Ana y el conde de Wessex junto a su esposa, Sophie Rhys-Jones. Todos ellos siguieron muy atentos el desfile así como el espectáculo aéreo que realizaron algunos pilotos de la RAF (Reales Fuerzas Aéreas).

Autumn Kelly, una más de la familia
Entre las personas que ocupaban el balcón, destacó la presencia del nieto mayor de la reina Isabel II, Peter Phillips, que asistió acompañado por su esposa, Autumn Kelly. La joven, con quien contrajo matrimonio el pasado mes de mayo, disfrutó de tan festiva jornada junto al resto de la Familia Real y escogió para la cita un bonito traje de chaqueta, que combinó con un elegante sombrero, un complemento que también eligieron tanto la propia Reina como la duquesa de Cornualles y la condesa de Wessex.