Tanto la reina Rania de Jordania como la princesa de Asturias pueden presumir de ser dos de las mujeres más admiradas entre la realeza. Quizás tengan mucho que ver los múltiples puntos en común que presentan en su depurado estilo. Optan por complementos discretos con los que resaltar, de una manera distinguida, su atuendo.
Casi siempre lucen joyas refinadas y no muy ostentosas y siente especial debilidad por las piezas con un gran valor sentimental para ellas, como sus anillos de compromiso o joyas regaladas en ocasiones muy especiales por sus maridos. Quizás esta sea la procedencia del colgante, idéntico, que ambas han lucido en más de una ocasión. Se trata de un sencillo círculo con unos diminutos brillantitos en el centro, pendiente de una ligerísima cadena plateada.
Más coincidencias Esta no es la única vez en que la soberana jordana y doña Letizia han hecho una elección muy similar en sus complementos. Las dos son unas fieles seguidoras de la moda, y prefieren las piezas de plata, oro blanco o platino a las de oro amarillo. Además, suelen lucir pendientes pequeños y reservan los más barrocos y alargados para las ocasiones más especiales. Otro de sus complementos fetiche es el reloj, de esfera no demasiado grande y colores metálicos.
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