El primer día de colegio de los Príncipes de Europa

Amalia de Holanda, Leonor de España, Christian de Dinamarca, Ingrid de Noruega, Elisabeth de Bélgica...

Por hola.com

Los Príncipes están hechos de otra pasta. Llámese sangre azul, si se quiere, o instrucción regia, que trasciende cada acción y cada palabra desde la más tierna infancia. Semejante distinción se aprecia, cómo no, en uno de los momentos más significativos en la vida de todo pequeño: el primer día de colegio. Si, cada mes de septiembre, con la inauguración del nuevo curso, lo habitual es asistir a las puertas de todo colegio a un desfile de caras largas, los escolares reales suponen la excepción que confirma la regla. Ellos, expectantes, entusiastas, ilusionados, nerviosos sí, pero sin derramar ni una sola lágrima, abren el curso académico.

Amalia de Holanda
Ha sido la última Princesa de sus coetáneos colegas reales en incorporarse a la escuela. Tal y como rige la legislación educativa holandesa, el primer día hábil después de haber cumplido los 4 años. Como todos los padres, los Príncipes de Orange no quisieron perderse el debut escolar de su pequeña y, hasta que la dejaron al cuidado de su profesora, estuvieron acompañándola colmándola de atenciones y de cariño. Ir al colegio se había convertido desde hace tiempo en el objetivo de la princesa Amalia, pues significaba ser mayor en mayúsculas. Así, llegado el momento de la verdad, la emoción embargó a la pequeña y se despidió de sus papás sin lagrimitas de cocodrilo ni berrinches.

Leonor de España
La Infanta Leonor es de las más pequeñas de los Príncipes de Europa de su generación y, por tanto, también una de las últimas en comenzar la escuela. Vestida con el uniforme del colegio: pantalón y jersey azul celeste y polo blanco (con su nombre bordado), y tirando a duras penas de su mochila, la Infanta llegó el día del posado oficial junto a sus padres, los Príncipes de Asturias, a las puertas del cuartel de El Rey, el recinto donde se ubica la Escuela infantil de la Guardia Real. La pequeña, que no había cumplido aún los dos años, tenía tan sólo dos días de experiencia como alumna a sus espaldas, pero asumió ante la prensa el papel de experta estudiante, dando su cara más fresca y alegre. La Infanta, que estuvo regia en su papel, se mostró implacablemente curiosa, sin prestar demasiada atención a sus papás y sin derramar, como de costumbre, ni una sola lágrima.

Christian de Dinamarca
El príncipe Christian comenzó a asistir a la guardería con la llegada de su segunda primavera. Los futuros Reyes de Dinamarca se habían decantado, después de mucho buscar, por la guardería estatal Reina Luisa de Fredensborg. El príncipe Christian, ligeramente asustado cuando descubrió al gran número de fotógrafos apostados a la entrada del centro, llevaba en su primer día de estudiante, al igual que los hombres rudos de su reino, una trenka marinera de color azul marino, pantalón de pana y unas botas para no quedarse rezagado a la hora de descubrir el mundo entre otros niños daneses. No llevaba consigo sus juguetes, pero sí una mochila muy bien equipada y ganas de aprender.

Ingrid de Noruega
La princesa Ingrid Alexandra comenzó a sus dos años de edad su formación académica. Hasta la puerta de la guardería la acompañaron sus orgullosos padres, Haakon y Mette-Marit de Noruega, que no dejaron de sonreír ante las ocurrencias de la pequeña. Vestida con un pantalón vaquero, un abrigo de color azul claro y un conjunto de bufanda y gorro rosas para protegerse del intenso frío, Ingrid Alejandra también parecía estar encantada con la idea de asistir al cole. Llevaba un maletín cuadrado de color rosa en el que seguramente guardaba sus lápices y juguetes como un cochecito de vivos colores con el que jugó en la nieve, ante la atenta mirada de sus padres. Poco después, los Herederos se marcharon dejando a la pequeña muy contenta con sus nuevos compañeros.

Elisabeth de Bélgica
La princesa Elisabeth comenzó a ir a la escuela cuando aún le faltaban meses para cumplir los 4 años. Para la pequeña tampoco fue traumático su primer día de colegio. Llegó muy protegida por sus padres, ya que la llevaron de la mano hasta la puerta misma de la escuela infantil Sint-Jan Berchmans, con la mochila a la espalda y muy buen ánimo.