Faltaba saber la fecha y el lugar, donde Joaquín de Dinamarca, hijo menor de la reina Margarita II, y la financiera francesa Marie Cavallier iban a casarse la próxima primavera. Pues bien, la Casa Real danesa ha hecho públicos hoy ambos datos: se darán el sí, quiero el próximo 24 de mayo en la iglesia de Møgeltønder, al sur de la península de Jutlandia.
Dinamarca vive ilusionada la noticia de la nueva boda real. Un enlace que, no obstante, podría reunir la próxima primavera menos testas coronadas y personalidades de lo esperado y habitual en tales acontecimientos, al tratarse de las segundas nupcias del cuarto en la línea de sucesión al trono. A seis meses de la gran cita, han trascendido apenas detalles sobre la ceremonia. Se sabe que será oficiada por el obispo de Copenhague, Erik Norman Svendsen, que bautizó el año pasado al príncipe Christian, primogénito de los príncipes Federico y Mary, y que, después de la celebaración religiosa tendrá lugar una fiesta privada en el castillo de Schackenborg.
La pareja inició su relación a principios de 2006, meses después de que el Príncipe se divorciara de su primera esposa, la condesa Alejandra, con la que tiene dos hijos, los príncipes Nicolás y Félix, de 8 y 5 años, respectivamente. Los rumores sobre su compromiso se dispararon el pasado mes abril, cuando se supo que Marie había pasado las vacaciones de Pascua en Dinamarca y que había recibido la bendición de la Reina. Y en verano tras el primer beso en público -aunque inocente y casto- de la pareja resurgieron con mayor fuerza. No fue hasta dos meses después cuando la Casa Real hizo oficial el compromiso de la pareja anunciando, además del título real que corresponderá a Marie tras la boda, las dos grandes renuncias, de fe y nacionalildad, que ha aceptado al comprometerse con el segundo hijo de la reina Margarita. La futura princesa Marie, que es católica, ha aceptado convertirse al luteranismo y solicitar la nacionalidad danesa.
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