Cecilia, ex esposa de Nicolás Sarkozy: ‘Lo intentamos todo, pero ya no fue posible’

La ex Primera Dama de Francia anuncia en una entrevista al diario L'Est Republicaine su intención de ‘pasar página e intentar vivir discretamente y en la sombra’

Por hola.com

Al escueto comunicado de apenas 15 palabras con el que ayer se confirmaba oficialmente el divorcio de Nicolás y Cecilia Sarkozy ha dado réplica una amplia entrevista al diario L'Est Republicaine de la ya ex Primera Dama de Francia. Cecilia María Isabel Ciganer, bisnieta del músico español Isaac Albéniz y mujer de carácter rebelde e imprevisible, ha sosprendido una vez más con unas inesperadas declaraciones sobre la ruptura. "Lo intentamos todo, lo intenté todo, pero simplemente ya no fue posible", dice la ex esposa del Presidente de Francia, que anuncia su intención de "pasar página e intentar vivir discretamente y en la sombra".

Cécilia reconoce que tras haber "encontrado alguien" en el año 2005 -en alusión a su historia con el publicista Richar Attias que ocupó entonces la portada de las revistas-, haberse "enamorado" y abandonar posteriormente el hogar conyugal, regresó "a casa hace un año para intentar reconstruir la relación", pero sin éxito. El fracaso matrimonial "no llega de la noche a la mañana", pero las razones son inexplicables. "Un día la pareja no es lo esencial de tu vida, no funciona, no va bien. Las razones son inexplicables, le pasa a mucha gente". Aunque sostiene que ellos lucharon hasta el final por su relación. "Intentamos reconstruir, poner la familia por delante, esta familia reconstruída de la que todos hablan en Francia, pero ya no fue posible".

"Incondicional del positivismo"
También sus sonadas ausencias públicas han tenido espacio en esta entrevista. Explicó su retirada de la reunión del G8 porque su sitio no estaba allí y de la segunda vuelta de las presidenciales "porque no estaba bien" y no era el momento de mostrarse en público. "Preferí no mostrarme, no exponerme, protegerme. Una de las perversiones de mi posición es que tengo que explicar por qué necesito vivir tranquila, escondida". Cecilia, que reafirma continuamente su aversión al papel de Primera Dama y desmiente su influencia política en materia de nombramientos, asegura que su deseo es centrarse en su familia y mirar al futuro sin que le condicione el pasado. "En este momento hay cambios radicales en mi vida e intento gestionarlos para que no me superen. Soy una incondicional del positivismo".

Un futuro sin Nicolás Sarkozy en el que, no obstante, caben palabras de reconocimiento a la valía de su ex esposo, de quien admite que se sintió "orgullosa" cuando supo que se convertiría en Presidente de la República: "Pienso que forma parte de esta raza de hombres que coloca su carrera y su vida al servicio del Estado sin esperar nada a cambio".