Don Felipe y doña Letizia se han traslado este mediodía al hotel Auditorio de Madrid para consolar y dar el pésame a los familiares de las siete víctimas mortales del atentado terrorista perpetrado en Yemen el pasado lunes.
Los Príncipes de Asturias han querido expresar su dolor ante la trágica muerte de los siete turistas españoles que perdieron la vida mientras disfrutaban de unas vacaciones en este país de Oriente Próximo. Y, pese a que sigue su baja por maternidad, doña Letizia no ha querido faltar en este acto de duelo, al igual que hizo en el funeral de Estado por los militares españoles fallecidos en el Líbano. Vestidos de luto riguroso y con semblante serio, los Príncipes han mostrado todo su apoyo abrazando y besando uno por uno a la treintena de familiares que estaban en el hotel. Los Herederos les dedicaron palabras de consuelo y aliento, pero también se interesaron por conocer las circunstancias personales de cada uno de ellos.
El silencio y la tristeza reinaban en la sala donde se encontraban los familiares de las víctimas. Dolor que don Felipe y doña Letizia trataron de mitigar con un abrazo, una caricia, una mirada... Una muestra de cariño a aquellos que, destrozados por la trágica pérdida de sus parientes, no podían contener las lágrimas. Antes de abandonar la sala, los Príncipes, acompañados por la Vicepresidenta del Gobierno, María Teresa de la Vega, agradecieron la labor de los trabajadores sociales y los psicólogos que atienden a los familiares en estos aciagos momentos. A su vez, los familiares trasmitieron a José Manuel Rodríguez Uribes, director general de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo del Ministerio del Interior, su enorme agradecimiento por la presencia de los Herederos, que les había reconfortado mucho.
A primera hora de la mañana los restos de las víctimas y cinco de los seis heridos en el atentado aterrizaban en el aeropuerto de Barajas. Una vez se concluyan los procedimientos en el Instituto Anatómico Forense, los cadáveres serán llevados al Tanatorio de la M-30 para, desde allí, ser trasladados a sus ciudades de residencia.
