Mohamed VI agradecía por primera vez en su reinado a organizadores y participantes la celebración del Festival ante la "apisonadora de una globalización desenfrenada", que se acompaña del "despertar de los demonios del fanatismo, el extremismo, la violencia y el terrorismo... La modernidad despojada de lo sagrado corre el riesgo de transformarse en un malvado único sin alma, afirmó el Rey, haciendo hincapié en "la propagación de las ideas embaucadoras sobre un supuesto choque de civilizaciones." Más allá de la belleza de estas dos mujeres y del marco musical en el que se encontraron con intelectuales y artistas llegados de todos los rincones del mundo, es necesario valorar, además, el hecho de que la reina Rania se trasladara al país vecino durante tres días para visitar, como abogada eminente de UNICEF, dos proyectos que ponen de manifiesto los esfuerzos de Marruecos a la hora de combatir la explotación infantil y a la de fomentar la educación para todos. Salma y Rania que se abrazaron cálidamente en el aeropuerto y fueron al encuentro de algunas de las niñas escolarizadas -conscientes ambas de que representan el futuro de este País- para conocer personalmente sus experiencias, pudieron comprobar que gracias al proyecto de integración avalado por UNICEF, el Gobierno marroquí, la Fundación del rey Mohamed, y el constante apoyo de lalla Meryen, hermana del Soberano, miles de niñas han podido dejar los telares donde tejían alfombras para aprender a leer porque como dijo Rania: "La educación es una "vacuna social" para las jóvenes. Las inmuniza contra la muerte prematura, la pobreza y el desempleo, y las ayuda a construir un futuro sano y lleno de esperanza".
)
)
)
)
)
)
)
)
)
