Rania de Jordania: otra Maestra para la Princesa Salma de Marruecos

La esposa del rey Mohamed VI da un paso más, como anfitriona de la Soberana amiga y vecina, en la modernización de su reino

Por hola.com

La esposa del Rey había expresado en privado su deseo de estar activa, de salir y participar, sobre el terreno, allí donde se la necesita y donde pudiera ser útil a su País respetando siempre la tradición secular. Desde el principio, todo el mundo supo que la llegada de aquella ingeniero a la corte, supondría el inicio de una nueva era. Una nueva etapa de la historia en la que, tal y como anunció el Rey al principio de su reinado, la mujer marroquí desempeñaría un importante papel en el Marruecos del mañana. Un deseo que Mohamed VI puso en marcha con la reforma del Estatuto de la mujer, conocida como "Mudawana".
En ese país en el que conviven el desierto y el oasis, donde la tierra huele a azafrán, los viernes son sagrados y el siglo XXI se pierde entre las mezquitas, los chadors y los zocos empapelados de jarrones y alfombras, ya nadie podrá olvidar el nombre de Salma Benanni. La joven de clase media Marroquí que consiguió ganarse el corazón de Mohamed VI, el descendiente del profeta Mahoma; el hijo de Latifa, la berebere descendiente de los famosos guerreros Zaïans de los montes Atlas...
Y, ahora, ha llegado quizá el momento de empezar a preguntarse: ¿hasta dónde está dispuesta a llegar? o ¿Dónde se fijarían los límites si ésta quisiera seguir los pasos de su buena amiga Rania de Jordania? (la única monarquía islámica que reconoce el papel de Soberana).
El Rey lo dijo bien claro hace algunos años: "En el Islam no hay reina", pero Salma parece tener suficiente con el título de Princesa para hacerse ver y, lo más importante, conseguir que llegue su mensaje aunque sea sin voz pública.
Aunque sus antecesoras una vez casadas estaban "condenadas" a vivir para siempre ocultas a los ojos del mundo, Salma ha reaparecido públicamente tres meses después de haber dado a luz a la princesa Lalla Khadija, para ser la anfitriona de una "maestra" en el ejercicio de la Soberanía: Rania. Tres días juntas. Acompañadas por sus comitivas reales, pero libres a la hora de intercambiar opiniones dentro del marco del XIII Festival de Músicas Sacras que se inauguró el pasado viernes en Fez bajo el lema "Soplo de los tiempos, espíritu de los lugares".
Un espectáculo magistral en el que intervino la soprano norteamericana Barbara Hendricks, quien interpretó "Stabat Mater", de Giovanni Battista Pergolesi; además de otros artistas como la brasileña Tania Maria y el sudafricano Johnny Clegg, conocido también como el "zulú blanco". Una cita a la que no acudió el Rey, pero para la que tuvo, por primera vez, palabras de enhorabuena a través de un mensaje que fue leído por un miembro del gabinete real.