Los niños han sido estos días los grandes protagonistas de las agendas oficiales de la realeza. Porque muchas Casas Reales europeas no han querido pasar por alto el Día Mundial de la Infancia -una iniciativa, creada hace 50 años por Naciones Unidas, con la que se pretende defender los derechos de los niños de todo el mundo-, y porque otras, aunque no expresamente por dicho motivo, también han dedicado algunos actos oficiales a los chavales.
Por los derechos infantiles Los pequeños se lo merecen todo. Cualquier esfuerzo resulta nimio con tal de dar a conocer en todo el mundo los derechos de los niños y erradicar las situaciones de precariedad en la que viven algunos de ellos. Así lo piensan los Príncipes y Princesas del siglo XXI, que no dudaron en poner su granito de arena en esta causa haciendo un hueco en sus apretadas agendas fueran cuales fueran las circunstancias. Lo hicieron, entre otros, el príncipe Alberto de Mónaco y su hermana, la princesa Estefanía, que celebraban estos días la [Fiesta Nacional del Principado] y el primer aniversario de Alberto II como soberano; la princesa Matilde de los Belgas, para quien los niños son una prioridad, y la [princesa Mary], que no quiso faltar a la cita pese a encontrarse en su casi cuarto mes de embarazo.
La [princesa Letizia], que está embarazada igualmente de casi cuatro meses y muestra como sus análogos un especial interés por la infancia y la juventud -no en vano, ha decidido dedicar su propia agenda a estos temas-, acompañó ayer al príncipe Felipe en una jornada maratoniana de audiencias en la Zarzuela: una asociación ecologista, a la asociación española de anunciantes y a las nuevas generaciones del Partido Popular. La Princesa de Asturias, radiante con un conjunto de twin set y falda gris marengo, lució su mejor sonrisa, especialmente cuando alguno de los niños que acudieron en representación de la Asociación Ecologista Guardabosques de Jódar se dirigía a ella para obsequiarla con un presente. Asimismo, hemos podido ver el lado más tierno, cálido y cariñoso de la Duquesa de Cornualles, así como de su esposo, el [Príncipe de Gales], con motivo de su visita al área infantil del hospital Great Ormond Street de Londres.
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