Los Príncipes se enamoran

Por hola.com

Como un huracán o como una ola, que cantaría la recuperada Rocío Jurado. Más aún, como un tsunami. La primavera ha venido, y si no, cómo se explica que las noticias sean el espejo cóncavo de la realidad: duquesas que enarbolan —y nunca mejor dicho— causas plataneras, que no bananeras; príncipes que declaran —hasta la arcada— y sin remilgo las bondades de las delicias de perro; exaltadas fiebres de placenta a la plancha o al pil-pil (tanto monta) y hasta rolling stones que se caen de cocoteros dándose tremendos jumpin jack flash en la cabeza. La primavera se mueve entre lo delirante y el delirio… de amor.

De que la sangre altera dimos fe en estas mismas páginas con el rebrote —casi hasta la plaga— de amores nuevos, sorprendentes e inesperados entre los personajes que habitualmente alegran las crónicas de sociedad. Es decir, los famosos no son inmunes y caen como pichones ante los primeros efectos (y no de las alegrías). Y de amores reales a reales amores, como los que presentamos esta semana. Amores al sol —vuelta y vuelta—, como el de Guillermo de Inglaterra y Kate Middleton; amores por las nubes, que disfrutan el príncipe Harry y Chelsy Davy, y amores primerizos y juveniles de Pierre Casiraghi junto a su nueva acompañante. Amores como el arco iris, que para gustos, colores.

La isla más exclusiva
Cuentan los que han estado en Mustique que es de los lugares más paradisíacos de la Tierra. Para llegar a ella no existen vuelos regulares. Es decir, es necesario alquilar un avión privado para llegar a esta isla del Caribe. Por ello, la mayoría de estrellas campa allí a sus anchas (Elle Macpherson, Mick Jagger, Tom Ford, David Bowie…) sin miedo a que los inoportunen paparazzis. Quizá por ello, Guillermo de Inglaterra eligió este exclusivo lugar para pasar unas vacaciones con su novia, Kate Middleton, y un reducido grupo de amigos.