Los Herederos de Japón afrontan sus obligaciones con alegre resignación

Por hola.com

Los príncipes Naruhito y Masako de Japón han hecho caso al refrán (al mal tiempo, buena cara) y se enfrentan juntos y con una sonrisa al chaparrón que ha caído sobre sus hombros tras haberse anunciado la semana pasada el embarazo de la princesa Kiko, esposa del segundo hijo del Emperador, el príncipe Akshino. Y es que la buena nueva ha dado al traste, por el momento, ante la posibilidad de que la cuñada de la princesa Masako alumbre un Heredero varón, con los planes de enmienda de la ley de sucesión para permitir que la mujer pueda acceder al Trono de Crisantemo. En el momento del anuncio, el Gobierno estudiaba la modificación de dicha normativa para despejar el camino al trono a la princesa Aiko, única hija de los Herederos, y así solucionar la problemática de sucesión a la que se enfrenta la Familia Imperial japonesa por no haber nacido ningún heredero varón en la dinastía desde hace cuatro décadas. Una medida que generó un amplio debate en Japón y que, finalmente, ante los nuevos acontecimientos, ha acabado arrinconada.

Unidos e indestructibles
Así las cosas, a la espera de saber si la pequeña Aiko llegará a ser Emperatriz, los príncipes Naruhito y Masako, como un tándem indestructible, han afrontado sus obligaciones con alegre resignación. A nadie se le escapa el hecho de que la Princesa, que ha estado apartada de la vida pública los últimos tres años a causa de una despresión por no haber concebido un varón, y cuyo encierro ha roto en contadísimas ocasiones, ha reivindicado, de alguna manera, su posición de Princesa heredera con esta nueva aparición al lado de su esposo, Naruhito, en la exposición de bonsais del Museo Metropolitano de Arte de Tokio. Su última comparecencia había tenido lugar, el pasado 2 de enero, junto al príncipe Naruhito, el hermano de éste, el príncipe Akishino, y los emperadores Akihito y Michiko, con motivo de los tradicionales augurios de Año Nuevo desde el balcón del Palacio Imperial de Tokio.

Como a nadie se le escapa tampoco que la princesa Masako ha hecho pedazos de un solo golpe los rumores que circulaban en el Imperio acerca de que estaba pensando en divorciarse del príncipe Naruhito para acabar con 13 años de infelicidad debido a la abrumadora presión de los tradicionalistas. La Casa Imperial aseguró que las especulaciones carecían de fundamento, así como los expertos reales, que desestimaron los comentarios porque, en primer lugar, la princesa Masako está muy unida al príncipe Naruhito, que siempre la ha apoyado firme y públicamente. No en vano, el Príncipe, que prometió "protegerla con todas sus fuerzas" de las tensiones de la vida en una Familia Imperial, en una rueda de prensa, hizo una llamada de atención a los tradicionalistas por las presiones que pesaban sobre su esposa, que estremeció dentro y fuera de palacio. Y, en segundo lugar, por la cuestión de la custodia de la princesa Aiko, segunda en la línea de sucesión en caso de que siguieran adelante los planes de enmienda. Y, ahora, la princesa Masako ha zanjado los comentarios con un solo acto y una sonrisa.