Un nuevo bebé en el camino de Aiko al trono de Japón

Por hola.com

Después de años dominados por las noticias de la mala salud de los Emperadores y de la depresión de la princesa Masako, esposa del Heredero y madre de una única hija, así como de los problemas de sucesión por ser ésta una niña, la Familia Real japonesa tiene una alegría que celebrar: la princesa Kiko, esposa del príncipe Akishino, segundo hijo del emperador Akihito, está embarazada y dará a luz en otoño. La noticia, que llega en pleno debate sobre la enmienda de la ley de sucesión japonesa para permitir a la mujer acceder al Trono de Crisantemo, ha sido recibida con expectación añadida en el imperio del sol naciente. Y es que Akishino ocupa el segundo puesto en la línea sucesoria, después de su hermano mayor, el príncipe heredero Naruhito. De manera que en caso de que su esposa, la princesa Kiko, alumbrara un varón bajo la legislación actual, que permite sólo a los hombres heredar el trono, el recién nacido pasaría a ocupar el tercer puesto, desplazando a la princesa Aiko, única hija de los Herederos, Naruhito y Masako.

Un revés a los planes de enmienda
En el momento del anuncio, el Gobierno estudiaba la abolición de la ley sálica -sólo pueden acceder al trono los hombres- para despejar el camino al trono a la princesa Aiko y solucionar así la problemática de sucesión a la que se enfrenta la Familia Imperial japonesa por no haber nacido ningún heredero varón en la dinastía desde hace cuatro décadas. Una medida que ha generado un amplio debate en Japón. Así que la buena nueva, en un principio una gran alegría para la Corte nipona, en realidad, ha terminado hechando más leña al conflicto existente en el Imperio a causa de la modificación de dicha normativa. Hasta el punto de que el Ejecutivo, que tenía planeado presentar el proyecto de ley al Parlamento antes del final de la presente legislatura, en junio, ha decidido frenar en seco el proceso, según dio a entender el primer ministro Junichiro Koizumi en declaraciones a la prensa. Cuando los periodistas le preguntaron si se iba a mantener el calendario, se negó a dar una respuesta clara: "Es de desear que haya un cambio de la ley si todos lo quieren", dijo Koizumi.

A pesar del enorme apoyo popular a la reforma, los tradicionalistas han emprendido una fiera campaña contra el proyecto de ley. Más de mil personas asistieron hace dos semanas a una concentración en Tokio para protestar por la enmienda y se espera que asistan diez mil a una nueva manifestación con el mismo objetivo en marzo. En cualquier caso una minoría en un país de casi 128 millones de habitantes con un 80% de la población a favor de la reforma y de que Aiko se convierta en la primera Emperatriz del Japón desde el siglo XVIII.